Capítulo 45: El reloj

5.3K 494 46
                                    

—¿Crees que los sueños nos dicen cosas?

Derek salió de su burbuja imaginaria. Estaba observando a Stiles, sentado frente a él en el sofá de su casa.

—Quizás, no lo sé. Los míos suelen ser pesadillas.

—Soñé contigo. Así fue como supe encontrarte el domingo... he soñado contigo más veces y otras cosas...

—Es porque estamos conectados... enlazados...

Stiles notó como entre los labios se le escapaba una risita tonta. Derek le estaba besando los hombros.

—Derek, estoy hablando en serio...

—Me excita que me digas señor Hale...

—¡Derek! En mis sueños he visto muchas cosas y ese reloj sale en ellos constantemente.

Derek siguió su mirada hasta el gran reloj de pie con los lobos incrustados.

—Sólo es una vieja reliquia familiar.

—En todos mis sueños relacionados contigo ha salido.

Derek se acercó al reloj. ¿Qué podía tener un reloj, que podía significar...? Stiles se levantó y se puso junto a él.

—¿Y si lo abrimos?

—Confío en ti.

Stiles lo separó de la pared y abrió la tapa donde se encontraba oculto el mecanismo. Derek le ayudó iluminando con el teléfono las manos de Stiles.

—No se, esperaba encontrar algo...

—¿Algo como qué...?

Stiles tiró con fuerza de la caja del mecanismo y la arrancó. El reloj se detuvo y algo cayó a los pies de ambos.

Era un sobre viejo de color manila lacrado.

Derek lo recogió. Estaba escrito apresuradamente.

"Para Derek"

Sólo eso. Stiles le acompañó al sofá. Derek la abrió.

"Querido hijo...

Aún no has nacido pero hay cosas que tienes que saber. Tu madre y yo estamos tan felices de tu llegada... sólo faltan cuatro semanas para que nazcas, y por fin nuestro sueño y la continuidad de nuestra familia se verán cumplidos y asegurados.

Ya te amamos demasiado. Hay gente que te dirá cosas.

Te dirán que tu madre y yo no nos amamos. Ella es más importante que nada para mí, pero tuvimos que fingir un matrimonio de conveniencia para tratar de evadir nuestra desgracia. Igual que hemos ocultado por el momento tu llegada.

Desde hace dos generaciones hay una guerra interna en nuestra familia. Uno de los hermanos de mi abuela la comenzó, mi tío la sigue y ahora su hijo, tu tío.

No lleva nuestro apellido, son ilegítimos pero quieren acabar con nosotros.

Tienes que tener mucho cuidado. No puedo decirte todo en la misma carta. Busca en el reloj.

Papá y mamá"

Derek volvió al reloj. Se encontró dos cartas más.


"Querido hijo

No tengo palabras, no puedo detener mis lágrimas.

No he podido salvar a tu madre de la maldición.

Voy a llevarte lejos, voy a intentar que crean que no tenemos lazos, que olviden tu existencia...

Te ama, tu padre".

Había una tercera carta.


"Derek

Apenas tengo tiempo. He logrado mantenerte a salvo. Mi mejor amigo te contará todo.

Me han envenenado. Me quedan horas de vida.

Él te contará todo sobre tu tío y solo te deseo que logres acabar con él y esta especie de maldición familiar por fin.

Te ama, tu padre".

Derek plegó la carta.

El mejor amigo de su padre había muerto en accidente de tránsito solo un día después de él.

Stiles abrazó a Derek.

—Ahora sabes que no es una maldición. Es alguien, una persona y contra eso podemos luchar.

—Pero... ¿Cómo puedo saber quién es?

—Nos reuniremos con todos y trazaremos un plan... porque también hay que rescatar a Liam.

Derek le devolvió el abrazo y Stiles le besó. Derek empezó a lamer su marca, ahora descubierta.

—Derek...

—Ahora estamos unidos y puedo leerte como un libro abierto porque te conozco. No harás de cebo para mí tío. Vas a seguir oculto...

Stiles protestó. Esa era exactamente su idea. Ofrecerse para que trataran de hacerle daño a él.





❀ ❀ ❀ ❀





Isaac estaba a punto de enloquecer.

A pesar de que era madrugada, el celo estaba comenzando a afectarle, y le daba la sensación de que era peor con Scott y su cuerpo reaccionando y emitiendo hormonas cerca, aunque estaba dormido.

El no podía. Tenía muchísimo calor, como una fiebre horrible. Le hervía la sangre,y el pene y los testículos dolían al rozarse contra los pantalones.

Había tomado dos supresores ya y tenía que pasar una hora para el tercero.

Estaba haciendo gimnasia desnudo. Tenía su cuarto de ejercicios y se había quitado todo. Flexiones, abdominales... nada lograba bajar su erección. Tuvo que dejar las flexiones porque su pene literalmente golpeaba el suelo y dolía.

Estaba empezando a arrepentirse de no haberse drogado como siempre.




♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥•♥

El Código Hale [STEREK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora