Capítulo 39: Besos fuera de control

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Capítulo  Scisaac 

—Cuando Derek vuelva haremos una reunión. Todos. — dijo Theo.— mientras tanto tenemos que tener cuidado. Las maldiciones no existen. Las personas que hacen cosas malditas, sí.

—¿Maldición?— preguntó Liam.

—Derek cree que su sangre está maldita y que todo lo que ama, lo mata o lo destruye. Familia, amigos y obviamente... Stiles.— dijo Scott.

—¿Cómo puede creer eso? ¿Por eso trató así a Stiles?

—Sí. De un modo equivocado y torpe, él trataba de proteger a quien amaba de sí mismo. Tiene tras de sí un historial de muertes accidentales o desgracias que le han perseguido pero está claro que no puede ser ninguna maldición.

—Hay alguien moviendo los hilos del destino de Derek sin que él lo sepa.— dijo Isaac, deduciéndolo rápidamente.

—Y tenemos que averiguar quién y porqué. Antes de que decida qué es hora de cortar también sus hilos.

Todos se miraron. Theo abrazó a Liam y le besó el cuello.

—En los próximos días, no quiero que salgas solo y mucho menos que uses vehículos ni nada mío. Muévete siempre en taxi. Yo también lo haré.

—Deberían ir a mi casa. Soy extremadamente paranoico con la seguridad.— ofreció Isaac.

—No lo hubiese sospechado nunca.— dijo Scott con una sonrisa llena de promesas. Isaac cruzó los brazos nervioso.— me han dado drogas para el dolor.

—Ya me lo imagino. Deja de sonreír como idiota.— dijo, pero riéndose.

—Quédate un rato más... teníamos una cita.

—Está buen. dirigirse a mi casa. Liam tiene llave y se sabe los tres códigos de alarma.

Scott se cubrió los ojos. Tres códigos. Ese era su hombre.

Isaac esperó a que quedarán solos en la habitación de la clínica para empezar a moverse a su alrededor como una mamá gallina, colocarle las almohadas y pretender hacerle un reconocimiento improvisado.

—Estoy bien. Ya, para. Estás estropeando la cita.

—Está bien... te daré un beso.

—Más besos. No olvides que estoy herido.

—Creía que eras de los alfas que protegen a sus omegas...

—Un buen omega también cuida y protege a su alfa... especialmente el mío, que es fuerte como uno. Además, desde siempre los omegas han cuidado a sus alfas cuando vuelven de la batalla.

—Sal de la Edad Media, soldado. — Isaac se rió fuerte. — lo más cerca que tú has estado de una batalla ha sido jugando al Age of Empires.

—Duerme conmigo. Tengo sueño.

Isaac se tensó. Scott alargó la mano y le acarició el dorso de la suya.

—Eso es ir un poco de prisa.— dijo Isaac con voz frágil.

—Sólo dormir. Por favor.

Isaac dudó pero se acostó a su lado. Scott giró la cabeza y Isaac le besó.

—Cuando salga de aquí tenemos que hablar en serio de lo nuestro.

Isaac tragó saliva. No sabía que le daba más miedo, si ese hablar implicase compromiso o no.

Scott volvió a besarlo y cerró los ojos, cayendo vencido por el peso de la medicación.


❀ ❀ ❀ ❀

Stiles abrió la ducha y entró tropezando.

Las pesadillas no lo dejaban dormir y despierto seguía todo en su cabeza. Abrió el agua caliente y trató de calmarse, casi ahogándose con el agua.

El lobo negro le miraba, lo miraba y luego Stiles caía en una especie de túnel. Sonaba un reloj, daba la medianoche, era el reloj de los lobos en casa de Derek.

Stiles trataba de encontrar al lobo pero este huía y aullaba.

Apretó la cara contra el azulejo de la ducha. Iba a enloquecer.



❀ ❀ ❀ ❀


—Stiles no responde al teléfono.— Liam entró en la casa de Isaac con Theo.— pero hasta donde sabemos, Derek dijo públicamente que no tenían nada que ver.

—Espero poder tener tu liberación pronto.

—Nunca he soportado esta marca.— Liam trató de no llorar.— ahora menos que nunca.

—Pronto desaparecerá. Cuando te libere y se anule, se hará menos visible y podré marcarte.

—Sólo desaparecerá del todo con su muerte.

—Pero la mía lo cubrirá.

—Cubrirás el dolor con amor. Eso lo estás haciendo muy bien.

Theo gimió, besándolo.

—Liam, te amo.

—Vamos al cuarto que ocupo siempre. Eh... cuidado con fumar dentro de casa, solo se puede en la sala o el cuarto de Isaac, tiene una alarma de humos y otra de detección de químicos muy sensibles.

—Deucalion le rompió en pedazos. Cómo a ti.

—No se hasta donde puede llegar la maldad de ese hombre pero yo... me creo todo viniendo de él.

❀ ❀ ❀ ❀


Isaac despertó y miró el reloj. Las seis de la mañana.

Comprobó las constantes y el suero que habían puesto a Scott y volvió a su lado.

Empezó a besarle. Primero con timidez. Luego más atrevido. Los labios, la nariz, el pecho. Besarle era agradable.

Scott empezó a despertar y con una expresión satisfecha le devolvía los besos.

Hasta que de repente, Isaac cayó sobre el colchón. Scott se había levantado de la cama a pesar del gotero y Isaac miró.

Llevaba un camisón de hospital casi transparente y nada más y lo que se veía debajo... era grande y estaba muy erecto.

Isaac se levantó sobre la palma de las manos, inseguro.

—Perdón...

Scott estaba respirando rápido. Isaac no apartaba la mirada de su erección. Y tampoco se movía.

Adivinó que la visión de su cuerpo estaba provocando un efecto similar en Isaac.

Qué sin darse cuenta se frotó contra el colchón. Luego pareció ser consciente de lo que hacía y se detuvo.

—No pidas perdón. Así es como debemos sentirnos... está bien pero no aquí. No así y no ahora.

—Yo no suelo... yo nunca...

—Lo sé. No hace falta que me digas lo que ya se. Isaac... amor... es normal lo que ha pasado ahora pero mereces más la primera vez.

—Creo que... ¿qué fecha es hoy?

—Hoy es día veinte.

—Mi celo tendría que comenzar el día veintitrés.



El Código Hale [STEREK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora