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TERCER PISO



—¿El tercer piso? —cuestiono haciéndome, claramente la exquisita solo para joderlo—. ¿No hay bajo? Me da impresión las alturas.

—Malu, deja de hablar pavadas. —contesta serio Joaquín haciéndome reír y haciendo reír a Guadalupe aunque ella ni siquiera tenía idea de lo que me decía—. Mañana vamos a ir a verlo, listo.

—Gracias mi amoorrr —me río después para que el se despida y me corté, mi amiga me mira con la ilusión en sus ojos de que le cuente, así lo hago y con una sonrisa enorme que pensé que no tendría en estos días—. Creo que tengo depa nuevo.

—¡Bien ahí, compa! —levanta su mano para le choque los cinco, lo hago y después le digo que deje de decirme compa.

Esa palabra se le había pegado seguramente de sus compañeros de facultad, claramente no íbamos a la misma, ella tenía sus amigos aparte pero a mí nunca me dejaba de lado. Guada era una hermosa persona en todos los sentidos así que lo que más fácil se le daba era hacer amigos, así que tenía por todas partes, en cambio los míos fijos y casi únicos eran ella y Joaquín.

A Joaquín lo conocía desde primer año de secundaria y a Guadalupe la conocí cuando se cambió a nuestro colegio en cuarto, así que yo fui la primera que se le acercó y así nos hicimos amigas. Tenía amigas de secundaria y algunos poquitos que hice en lo poco que fui a la facultad, pero eran solo conocidos, amigos amigos los podía contar con una sola mano.

Y yo estaba agradecida de tenerlo a ellos conmigo.

{*}

—Si te gusta, podes quedarte. Arreglamos el fin y te mudas con más comodidad —sugiere Joaquín haciendo referencia a nuestra ida al edificio, igualmente sonrió de lado para mirarlo conducir tranquilamente.

—¿El fin de? ¿Por qué el fin de? Ah, si ya sé, ahora no querés que me vaya más de tu casa. —bromeo tocándole el hombro—. Ya sé, causo ese efecto en los hombres.

—Lastima que con Zeze, no.  —dice haciendo referencia a mi chongo-nochongo.

—¡Auch! —me hago la ofendida, para pegarle en serio en el brazo, el se queja—. No juegues con eso.

El larga una carcajada y no me hace caso, así que por su culpa ahora estoy en otra porque el me hizo acordar a Gianluca. No sabía que andaba haciendo en estos días, pero estaba segura que cuando el quisiera saber de mí, me hablaría o llamaría.

Zeze (por su apellido Zelaya) quedó así por cuando era más chico tenía principios de tartamudeo y siempre se dificultaba en decir su apellido, eso me había contado él, aunque no mucho sabían que eran por eso cuando lo llamaban de tal manera. Bueno siguiendo, el sabía que siempre estaba para el de alguna u otra forma y eso me molestaba del forro de mierda, porque seguramente andaba de calenturiento con otras minitas... Y cuando se cansé vendría a mí, como casi los últimos dos años entre nosotros yendo y viniendo.

tercer piso | wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora