¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(42)
AMOR DE INICIO
20 de octubre.
María.
(Valentín): Cuando salgo de acá te aviso si vuelvo al toque o más tarde! (Valentín): Te quiero hsa
Leo dos veces el mensaje de Valentín y simplemente no le contesto al toque porque sé que seguramente ya estaba en esa cosa dónde iría a ser jurado, así que mejor no molestarlo. Bloqueo mi celular y observo en que iban mis dos amigos, jugaban al truco cosa que yo nunca me copaba porque no sabía a pesar que Joaquín me explico tres veces pacientemente y a la cuatro me mandó a cagar.
—Lupe, ¿hacemos pijamada como los viejos tiempos hoy?
Mi amiga muy concentrada pide retruco y me mira para contestarme.
—¿Por qué pijamada? ¿Te quedaste sin tu PIJAmada esta noche?
Hace reír a Joaquín y a mi también, pero a medias.
—Dale no seas guaranga, podemos comprar algo para comer y mañana vamos juntas a tomar el mismo bondi para ir a la facultad. Salvó que vos no quieras que te vean llegar en bondi a la UADE. —me burló esta vez haciéndola reír.
—No seas pelotuda. —se queja y me río—. Pero si, hacemos. Nosotras dos, Joaquín no.
Mi amigo levanta su cabeza mirándome y yo ladeó mi cabeza para pedirle perdón con la mirada.
—Es de amigas. —reafirmo sonriendo maliciosamente.
Los observo jugar truco una media hora más mientras yo me tiraba en el sofá de living de la casa de Guadalupe y buscaba algo para mirar en Netflix, lo que me hace sentir que necesito un sofá para mí departamento, capaz acá era el momento de usar la relación de padre e hija que quería tener Miguel conmigo, digo, ¿no le costaría mucho comprar un sofá?
Más tarde, Joaquín se va de la casa con la excusa de que saldría con el hermano y no se que más pero Guadalupe y yo estamos segurísima que anda en algo raro y cuando decimos en algo raro es la tilinga de la chica esa que me agarró en su cumpleaños para decirme una banda de estupideces (terminaron siendo cierto pero bueno) no entendemos porque Joaquín miente en ese sentido pero se lo dejamos pasar.
Después de ponerme ropa más cómoda y alzarme el cabello en una cola alta salgo del baño para entrar a la habitación de mi amiga quien ya estaba tirada en el colchón del piso hablando por teléfono, cuando me doy cuenta que hablaba con mi teléfono.
—¿Quién es? —susurro mirándola, ella larga una carcajada y no creo que sea por mí, sino con quién hablaba por mi celular.
—Sí, claro, ya sabes... Escucha acá está mi amiga, te la paso. —habla para extender y mirando la pantalla me doy cuenta que era Valentín.
