34

2.6K 198 43
                                    

(34)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(34)





LA NOCHE COMPLETA





Valentín al instante se gira a verme sin expresión y sé que quiere saberlo por lo que trago el nudo que se formó en mi garganta.

—Malu, mira... —comienza a hablar haciendo que me pregunté con qué me saldría, levanta su mirada—. No quiero que me lo digas.

¿Bueno?

—Digo siento que estás presionada porque solamente te lo pregunté... Y la verdad no me sentiría como bien sabiendo que me vas a decir solo por eso.

—Yo quiero decírtelo. —contesto casi sin dejarlo decir algo más, reafirmo sincera—. De verdad, vos fuiste sincero y no sé... También quiero serlo. Ambos lo estamos siendo y no quiero que no sé... Solo quiero contartelo.

El todavía sigue mirándome y finalmente deja de atarse los cordones para girarse a verme, ya no de costado sino apoya su pierna encima del colchón. Un trueno rompe el silencio y ambos miramos como se nota que fue cerca porque con su luz iluminó un poco el departamento.

—Primero, ¿Me dejas irme para arriba? —cuestiona una vez que dejamos de mirar la ventana, toma su celular y veo como relojea algo y luego me mira excusándose—. Depa me mandó un mensaje. Esta solo arriba, voy a ir a mirar que quiere y vuelvo... Si es que querés todavía.

—Anda. —murmuro y asiento, llevo mi mano y tocó su mentón para sacarlo al instante—. Volve si querés.

El asiente y se levanta para terminar de atar el cordón de su otro par y toma su buzo para salir rápido del departamento. La puerta cerrándose y la lluvia me dan miedo de repente así que camino un poco buscando dónde quedó mi celular para prender la linterna.


Intento pensar en qué hacer, si llevar sola como puedo el colchón a la habitación de nuevo o solo acostarme ahí, porque ya pasó casi media hora de que Valentín me dijo que iría y venía y no pasó.

Igualmente no sé porque me interesaba tanto para mí era mejor por una parte si no tenía que contarle la cagada que nos mandamos con Joaquín pero a la vez sentía que tenía que decírselo a alguien porque sino explotaría. Me estaba matando este sentimiento llamado no poder contarle lo que pasó a mi mejor amiga solo porque Joaquín me pidió que no le diga nada. No mencionó a Valentín así que el podía ser una opción buena para soltarlo.

Estoy tirada en la mitad del colchón con mis pies  tocando el piso frío y con la vista de cabeza observo como llovía aún peor y ya pensaba que seguro lloverá toda la noche y a la mañana siguiente estaría hermoso para que vaya a trabajar.

Me distraigo de eso cuando escucho dos golpes fuerte en la puerta.

Bueno, volvió.

Rápidamente me levanto para verlo a Valentín con su celular alumbrando lo que tenía en la mano un paquete de velas.

tercer piso | wosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora