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LOLLAPALOOZA
28/03
María.
—Hola ¿Mari? ¿Todo bien?
Al levantar la cabeza veo a Victor que salía de la especie de casa que había de bajo de los pisos de los departamentos, tenía una buena cara, muy diferente a la mía. Era jueves y yo había hecho turno mañana en el local de la tía de Joaquín y recién estaba llegando de cursar después de tres días de ausencia.
Así que no sé que responder al chino cuando me pregunta eso, agregando que estaba cansada y que el viejo trolo todavía no había mandado a arreglar el ascensor que dijo hace dos semanas.
—Bien. —igualmente le pongo onda agarrando la llave de mi puerta, paso por su lado que me sigue sonriendo y me desea que termine bien mi día lo que me hace sentir mal no preguntarle por su día, así que subiendo le grito—. ¡Espero que usted también!
Al ver que sonríe sé que no podía hacer ni decir nada que lo moleste, parecía que todo era color de rosa. Niego con mi cabeza y camino esos dos pisos mientras veo que tengo un mensaje de Guadalupe.
(Lupe💗: Que haces mañana, mi amorr?)
Claramente no le respondí hasta que estuve dentro de mi departamento, prendo la luz y la del balcón para tirar mi mochila en el piso y recién agarrar mi celular mientras me dirigía a la heladera para sacar algo de leche y merendar o eso.
Tú
Trabajo, pero no curso. Qué querés hacer?
Bloqueo mi celular y lo dejo en la encimera de la cocina para sacar un vaso y servirme un poco de leche, tenía un hambre terrible que la panza me hacía ruido. Volví a tener esa sensación del año pasado cuando volvía a mi viejo alquiler después de cursar con terrible hambre que me morfaba lo que tenía en el camino.
Mientras estoy volando alto con mis pensamientos mi celular comienza a vibrar sobre la alacena de mármol, solo me hace falta girar mi cabeza para ver qué el nombre de mi amiga aparecía.
—¿Qué? —atiendo y agarró mi celular para ir a la sala, que si se podía llamar sala, porque este departamento era hermoso y me siento en uno de los el puf que me había regalado Joaqui.
—¿Vamos al Lolla mañana?
—¿Qué? —suelto riéndome, parecía un chiste.
Sabía que había Lolla porque hoy me volví a reencontrar con mi compañera de cursada y que me preguntó si iría porque ella si, obvio, era terrible cheta ya me había mostrado sus tres outfit y todo.
