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SINCERIDAD
Una semana después.
María.
Bloqueo mi celular para guardarlo en el bolsillo de mi campera o apenas lo que entré para levantar mi cabeza y ver cómo Guadalupe ya discutía con Joaquín sobre que comprarían para hacer entrar a la sala.
Mantengo mi mirada porque sabía que Guadalupe no iba a perder cuando se enojaba era bastante insoportable y medio que Joaquín a veces le tenía miedo. Y me doy cuenta que mi amiga ganó esa pelea cuando veo que el morocho suspira y finalmente solo le da plata para darse media vuelta saliendo de la fila.
Reprimo mi sonrisa dándole la espalda y acercándome a observar las carteleras del cine, no sé que película veríamos pero se lo dejamos en mano de Guada.
—¿Hacemos la cola?
Joaquín ya estaba a lado mío, estaba muy serio y saca su celular ignorandome de una forma nunca antes vista.
—¿No vamos a esperar a Guada? —cuestionó y sé que estoy muy tentada en reírme, me controlo. Lo que puedo.
Joaquín era como un nene malcriado no le gustaba perder ni en el papel piedra o tijera y Guadalupe siempre nos dejaba ver eso.
Yo nunca lo provocaba es decir dónde había una discusión mínima siempre le dejaba estar o le daba la razón en cambio mi amiga era la más malcriada y a ella no le gustaba que le digan que no así que era obvio que ellos dos chocaban bastante a pesar de ser amigos. Peleaban pero a los cinco minutos estaban bien.
—Ahí ya viene... —avisó viéndola venir con bolsas de Doritos y dos gaseosa y un agua.
El agua debería ser para ella, miro a Joaquín que parecía súper inquieto ahora así que mientras veía a mi amiga acercarse me inquieta un poco a mí.
—¿Qué te pasa? —le pregunto por lo bajo.
Joaquín me mira y bloquea su celular para meterlo en su bolsillo.
—Después hablamos.
Me deja sin la oportunidad de responderle ya que Guadalupe se acercó y cerró su boca.
Casi dos horas después estamos en el auto de Joaquín de camino a mi departamento.
El tiempo esta bastante feo y al parecer mientras mirábamos la película afuera estaba lloviznando porque al salir al playón del estacionamiento el piso estaba mojado y ahora por la ventanillas se podía apreciar bastante como se podía venir a una tormenta bárbara. Especial de domingo.
