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(9)
CHARLA
Ahora, tardaba mucho para un simple si o no y yo me moría de la vergüenza de haber llegado hasta acá con un pack de cerveza. Hasta que habló.
—¿Me aguantas unos... diez minutos? —pide mientras arruga su nariz y ojos en una especie de mueca—. Y vamos. Te aceptó.
Un alivio siento, gran alivio. Asiento con la cabeza y retrocedo un poco.
—Dale, cualquier cosa, te espero abajo. —anuncio, el me sonríe a medias y me hace un gesto con sus manos.
Giro sobre mis plantas para comenzar a bajar las escaleras, en ese momento siento que todo el cuerpo agarró calor. Más que seguro me puse completamente roja, que trola.
Al llegar abajo me siento en el escalón que daba al aire libre antes de llegar al portón. Dejó el pack en el piso, suspiro y vuelvo a mirar mi celular.
10 mensajes de 3 conversaciones.
Lupe💗: Que pasó???? / 11:29 p.m. Lupe💗: Malu, avísame si querés que vaya a tu depa /11:29 p.m. Lupe💗: T amo /11:30 p.m.
Joako bb: Voy para allá. / 11:39 p.m Joako bb: Posta te lo digo Malu / 11:40 p.m. Joako bb: No me llegas abrir y te voy a cascotear el balcón pedazo de pelotuda / 11:40 p.m.
A Guada la amo y de Joaquín quiero reírme pero estoy enojada con él. Ignoró los mensajes de un grupo que teníamos en común, bloqueo mi celular y miro el auto que pasaba, hasta que siento ruidos de llaves detrás mío.
—¿Vamos?
Al levantar la cabeza veo a Valentín extendiendo su mano, supongo que es por el pack de cerveza así que eso se lo paso.
Caminamos en silencio esas casi dos cuadras, él iba medio que jugando con su sombra y por esa misma sombra notaba que me miraba cada tanto.
—¿No ibas a salir, no? —rompí el silencio viendo que a pocos metros la plaza estaba iluminada.
Rogaba que diga que no porque a juzgar estaba de jean negro y remera negra con zapatillas limpias que pensé que capaz iba a salir y yo le caí re pesada.
—No, no... No tanto. —me cuenta y me giro a mirarlo—. Estaba viendo que hacer, pero la verdad era que ganas no tenía de salir hoy.
Se ríe, es una risa rara. Que me hace hacer una mueca, pero en fin me hace sonreír.
Llegamos a la plaza en el mismo silencio, pero menos incómodo.
Por suerte estaba bastante iluminado, no muy al centro donde daba mayor luz los faros había un grupito, gritando y riendo, seguramente haciendo alguna previa. Valentín toma la delantera del camino, levantando la cabeza, me doy cuenta que se dirigía al escaloncito que había en el centro, como un murito, no tengo problemas así que lo sigo.
