My Generation

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— ¡Escucha esa parte hombre! Joder con The Who. Son los putos amos.

— Ya te escuche Orión — comentó Maxon sin voltear a ver a su amigo, mientras pasaba la página de la revista de quidditch que tenía en las manos — De hecho, te escuche las primeras 5 veces que lo repetiste.

La primera semana de clases había culminado, demasiado rápido para el gusto de algunos y demasiado lento para el agrado de Orión. Era sábado y no planeaba pasarlo entre libros y trabajos como estaba haciendo Teddy en su cama junto a la suya. Cerró los ojos y se concentró en escuchar la canción, dejando que el típico olor de pergamino, chucherías, calcetines usados y colonia de hombre inundaran su sistema. Amaba su habitación, había sido su guarida y la de sus amigos desde hace 6 años y era perfecta, con 4 camas grandes con dosel en forma de semi círculo y cortinas rojas enmarcando la ventana que regalaba la mejor vista hacia los jardines posteriores del castillo.

Sin embargo, estaba aburrido. El verano se estaba despidiendo y ellos estaban desaprovechando los últimos días soleados del año, tirados en su habitación dando pena, comiendo bolitas rellenas recién confiscadas de la cocina, leyendo una revista de quidditch y escuchando los acordes de My Generation saliendo de la radio de Maxon.

La puerta de la habitación se abrió estrepitosamente dejando entrar a un jadeante Michael con su cabellera rubia desordenada y el sudor perlando su frente. Cerró la puerta nuevamente y se recostó contra ella, inclinándose para apoyarse en sus rodillas y seguir jadeando exageradamente, ganándose la atención de sus compañeros.

— ¡Hombre, que buena canción! — sentenció con una sonrisa ladeada mientras se levantaba y caminaba hacia la cama de Teddy quien rodó los ojos y siguió haciendo su trabajo de Aritmancia.

Maxon suspiró exasperado mientras veía a Orión lanzarle una mirada que decía te lo dije, con todas las letras en mayúscula, gracias al comentario de Michael.

El pelinegro se aclaró la garganta llamando la atención de sus amigos mientras miraba fijamente a Wood — ¿Por qué has entrado corriendo de esa manera? O has hecho algo ilegal, de lo cual estaría muy orgulloso, o has besado a Roxanne Weasley y ahora estás siendo perseguido por una horda de pelirrojos rabiosos que desean Wood para la cena.

— Idiota — se quejó el rubio tirándole una almohada a Orión y provocando que la tinta de Teddy se regara en el pergamino que tenía extendido en el colchón — ¡Hombre! Lo siento Tedd — el mencionado suspiró cansinamente y le dio un golpe en el hombro a Wood expulsándolo de su cama.

— Te obligaría a hacer el trabajo por mi, pero Merlín sabe que solo provocaría que me reprobaran — Se quejó el chico de cabello azul mientras limpiaba el pergamino con un movimiento de su varita. — ¿Qué te ha pasado?

El chico sonrió maliciosamente y se recostó esta vez en su cama, amaba crear expectación. Haciendo caso omiso a las dudas de sus amigos se dedicó a cantar a todo pulmón, acompañando a la radio — ¡THIS IS MY GENERATION BABY!

Orión entrecerró los ojos y le lanzó una mirada a Maxon, comunicándole todo lo que pensaba con solo una sonrisa. Ambos chicos se levantaron lentamente y se lanzaron a la cama del rubio para proceder a hacerle una buena llave al estilo muggle. Mientras Teddy sonreía aún mirando su pergamino.

— ¡Habla ya hombre! O Maxon te arrancará las pelotas, a ver si se te quita esa sonrisa estúpida — lo amenazó el pelinegro ganándose una mirada entornada del castaño que sostenía las piernas de Wood.

— ¿Por qué tengo que arrancarlas yo?

— ¡Porque yo no pienso tocarle las pelotas a otro chico! — dijo Black rodando los ojos.

Sirah Malfoy ||  Tercera Generación || Donde viven las historias. Descúbrelo ahora