|F|r|a|g|m|e|n|t|e|d| Weasley Stories. (Bill Weasley)

|Scholae|

La mañana siguiente Molly los habría encontrado durmiendo juntos, aunque la enemistad duró algunas horas, el castigo no, pasando todo el verano trabajando en el gallinero, recolectando huevos y cuidando las gallinas, ambos chicos pudieron reconciliarse.

La vuelta a Hogwarts y un nuevo año llegaba rápidamente, tanto que ya todos estaban emocionados de volver nuevamente, un nuevo año llegaba a ellos, el penúltimo de sus vidas, y la pregunta de que harían luego de salir de la escuela estaba siendo un tema totalmente esquivado por ambos, era un tema importante que ninguno de los dos quería tocar.

Nuevamente estaban estirados en el suelo mirando el cielo descontaminado, lleno de estrellas y la alerta de que su madre los llamara para cenar, pero ese espacio era imperturbable, Jossette había querido olvidar el sentimiento que se estaba instalando fuertemente en su interior, era tan prohibido, que había llegado a pensar que no era algo que ella realmente lo deseara, sino que era una treta del destino de querer tener lo que no se puede, lo que es inalcanzable.

-Estás emocionada? – Bill le hablaba a la chica de forma sorpresiva, luego de estar un tiempo en silencio.

-Por un nuevo año? – la chica le respondía volteando su rostro hacia él.

Bill mantenía la mirada al frente, y nuevamente sus ojos comenzaban a brillar, como si mantuviera un recuerdo en su cabeza que dilataba sus pupilas, un recuerdo, una persona, que tanto le emocionaba por volver?

-Claro que sí, aunque me apena el hecho que solo nos quede dos años en Hogwarts.

-William? – trago un poco de saliva antes de preguntar – si te preguntara algo y me dices una mentira, pero yo leo tu mente, te enojarías?

-Que complicada Jo, pero si no te digo la verdad a tí, es porque realmente no quiero que la sepas.

-Pero sabes que guardaría el secreto – le convencía intrínsecamente.

-Entonces si es algo sobre tí? ¿Te gustaría saberlo?

-Sí – le respondía determinada – William, ¿te gusta alguien?

-Por qué me lo preguntas?

-Solo había visto ese brillo en tus ojos cuando mencionaste a Emily –

-Si te respondo, ¿confiarías en mí y no leerías mi mente?

-Te lo prometo

-Sí – le decía mientras giraba su cabeza lentamente.

Cuando se vieron a los ojos no fue necesario leer su mente, el brillo en sus ojos se intensifico tanto que podía iluminar el mundo entero, tanto que podía viajar en ese profundo claro de luna, estaban tan cerca y tan lejos a la vez, solitarios en la pradera, ensimismados sin decirse nada, con los gestos podían decirse un mundo, un mundo que no entendían, que con comprendían y que no querían hacerlo, porque no era correcto.

En un momento de locura, Bill ponía su mano libre en la mejilla de Jossette para acercarla y verla mejor entre la oscuridad, pero era difícil no tiritar, se sentía como si fuese a dar su primer beso, y así era, era el sentimiento que todos los adultos añoran luego de tantos desamores, estos chicos podían vivirlo por primera vez, tan cercanos e íntimos, las mejillas de Jossette se enrojecían al compas del palpito de su corazón que acelerado se exaltaba al verlo tan próximo.

-A comer!!! –

Molly sin poder divisarlos, les gritaba desde la puerta de la casa, asustados por la fechoría no cometida se alejaban uno del otro rápidamente, retomando una platica normal, como si nada hubiese pasado, como si la vida no se hubiera volcado en sus bocas deseosas de contacto, no era nada, solo una locura adolescente que estaba en su comienzo, un comienzo caótico que no dejaría ningún sobreviviente.