|F|r|a|g|m|e|n|t|e|d| Weasley Stories. (Bill Weasley)

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Era tensión extrema, como podía a ver a todos los de su clase estudiando mientras que los demás se pintaban la cara con los colores respectivos de las casas que apoyarían en el juego final.

Mientras daba los pasos en medio del pasillo, escucha como la gente le llamaba y le daba las buenas vibras para el próximo partido y ella en silencio les respondía con una sonrisa amigable.

Miraba hacia un lado viendo como Mae llegaba y le tomaba del brazo caminando al mismo ritmo rápido.

-Vas a comer antes de ir al ultimo partido? – le preguntó sonriéndole.

-No creo – negó con su cabeza – estoy muy nerviosa, si bien todo a salido bien, me preocupa el ultimo partido y con lo rápido que son los Hufflepuff, se les da bien el trabajo en equipo.

-Acompáñame por lo menos – tiró de su brazo – no te hará mal por lo menos tomar un jugo de calabaza.

Efectivamente, como ya todos sabían, Jossette no podía negarse al jugo de calabaza, así que asentía rindiéndose ante ella.

Los pasillos estaban llenos de gente, y le sorprendió que estuviera tan atiborrado de personas sin que ninguna estuviera en alguna clase efusivos antes del ultimo partido de la temporada, el último partido de Jossette.

Se sentaron una frente a la otra, como si estuviesen en un juicio.

-Ya me dirás que harás luego de la escuela? – preguntó evitando lo que sabía que Jossette se había enterado.

-Para que me preguntas, si ya sabes que haré – tomó un pan y lo comenzó a partir – no es un secreto que Dumbledore, mis padres y un poco Will decidieron mi destino, aunque no me molesta, me agrada saber que hay alguien que se preocupa.

-Entonces te irás a Gringotts? – levantó ambas cejas sorprendida.

-Sí – le sonrió – igual no quería irme de aquí, por lo menos no irme tan lejos, además – sobrereaccionó animada – me encantaría que fueses a la madriguera, que conocieses a los niños, los veranos en la madriguera son encantadores – se metía el pan a la boca.

-Podría ir este verano, y cuando estén en la ciudad, podrían pasar a verme, ambos...

-Es un hecho entonces – le respondió emocionada – Mae, eres mi mejor amiga y no quiero que nos separemos por la distancia de no estar más en la escuela, ni por William.

-Te contó verdad? – bajó la mirada.

-Te dije, eres mi mejor amiga – apretó los labios – me hubiese gustado enterarme por tí.

-Sabía que igual ibas a saber.

-Pero era importante para tí.

-Jo, quiero olvidar lo que pasó – le sonrió lastimosa – hablemos de otra cosa, como que ya me esperan en la Oficina para la Detección y Confiscación de Falsificación de los Hechizos Defensivos y Objetos de Protección.

Jossette comenzó a reírse.

-No sería mejor un acrónimo? – tomó el vaso con el jugo – como, Odcfhdop, suena más fácil que recordar todo eso.

Mae le respondió con una risa escandalosa.

-No inventes Jossette – se atoraba de la risa apretando los ojos – como le diré así.

-Piénsalo Mae, revolucionarás el nombre de tu nuevo trabajo y aburrido trabajo.

-No todos tenemos la suerte de conseguir un trabajo tan glamuroso como rompemaldiciones.

-Creo que ser rompemaldiciones es de todo, menos glamuroso.

Bill llegaba con ellas, quedándose parado al lado de Mae relajado a pesar de lo que había sucedido.