|F|r|a|g|m|e|n|t|e|d| Weasley Stories. (Bill Weasley)

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Las maletas estaban hechas, los adornos de navidad eran preciosos y mucho más cuando todo el ambiente estaba contagiado de felicidad, algunos alumnos estaban felices de volver con sus familias, algunos otros no, pero igual emocionados por las fiestas, los regalos y la comida de mamá que era muy diferente a la de los elfos domésticos de las cocinas de la escuela.

Ese año decidieron salir un poco de la rutina que algunos estudiantes de séptimo año habían pactado quedarse a estudiar para los EXTASIS, pero Jossette y Bill estaban hartos de seguir estudiando, así que la mejor idea era salir un momento de la escuela y ver a la familia que tanto amaban.

La despedida y el viaje fue rápido, tan rápido que casi ni se dieron cuenta que ya estaban afuera de la madriguera, y dormir nuevamente en sus camas era relajante.

Molly como cada navidad, adornaba la casa de forma especial, poniendo cada bota en la chimenea casi desbordante de ellas, eran muchos y felices de compartir ese momento tan especial.

Compartiendo los dulces que Molly había horneado y esperando la cena que lentamente se cocinaba en el horno mágico, hacia todo más familiar.

Ese día, Arthur había llevado a un amigo, que haría que la cena fuera más multitudinaria que de costumbre, pero él casi ni hablaba, y sentado un tanto alejado veía como el fuego ardía y mantenía la casa templada.

-Jossette – Arthur le llamaba a su hija desde la cocina – puedes llevarle chocolate?

Jossette tomó la taza y se dirigió hasta el sillón donde estaba sentado aquel hombre y este la miró sonriéndole y aceptando la taza de chocolate que le entregaba.

-Hola – Jossette se sentaba a su lado – cual es su nombre? – le preguntaba amablemente.

-Lupin – tomó un poco de chocolate antes de proseguir – Remus Lupin.

-Y como le gusta que le llamasen? – le decía mientras tomaba un pastelillo que su madre había preparado.

-Lupin, y tú debes ser...

-Jossette Morrié, un gusto – le entregó una sonrisa muy amplia.

-Eres pequeña para lo que dicen de tí, aparte de no tener nada de acento francés – se rio despacito.

-Dicen que pequeñas personas hacen grandes cosas, no? – tomó la taza de chocolate que la pequeña Ginny le había llevado temblorosamente – y por el acento, lo perdí hace mucho tiempo, como sabe de mí?

-No hay muchas personas que no sepan que les pasó a tus padres, es una lástima – le dijo con pena.

-Eso me dijo Lucius Malfoy cuando lo conocí, pero claro, no se apenó por mis padres.

-Me parecía extraño que lo hiciese.

Jossette se rio por la broma que Lupin le hacía.

-Y que lo trae por aquí señor Lupin? –

-Por favor, no me digas señor – le decía avergonzado – vine por unas cartas.

-Y se quedó por la navidad con los Weasley, no lo culpo, son las mejores que he pasado en mi vida.

Molly los interrumpió con la platica y les llamó a que se sentaran en la mesa para compartir la cena, que ya estando todos en la casa Weasley era momento de compartir ese momento tan importante del año.

-Y dime Arthur, como ha estado el ministerio? – Remus le preguntaba interesado.

-Bien, aunque tu sabes, seguimos estancados con algunas cosas, y los ataques constantes de los mortifagos – le decía un tanto cansado – tú sabes de eso...