23-Día internacional de la paz

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El lector:

-Entonces... ¿Donde es?-le pregunté a al sobre, aún sabiendo que no me iba a contestar.

-¿Enserio preguntas eso?-dijo una voz femenina en mi oreja-En toda el mundo de la arena, solo hay una casa, y es ahí donde viven ellos.

-¿¡Quien eres!?-pregunté alarmada, mirando alrededor, pero en vano.

-Soy la escritora, claro-dijo esta con voz de obviedad-¿Quién más menos yo se puede meter en mi historia y aparecer bajo la forma de un fantasma invisible?

-Bueno...-dije nerviosa-¿Que debo hacer?

-Bueno como vi que mis personajes tienen un enorme grupo de fans, les di la oportunidad a uno de ustedes para venir y preguntarles lo que sea que quieran saber sobre ellos, pero también sobre mí, que contestaré más tarde. Y la elección te eligió a ti. Tu serás la que se encontrará cara a cara con ellos.

-¿Yo?-pregunté sorprendida.

-¿No me digas que viniste aquí sin siquiera saber que ocurre? ¿Al menos abriste el sobre?-preguntó esta con voz divertida.

-Sí, y leí unas cuantas preguntas. ¿Entonces debo encontrarme con ellos? ¿Quedarme en el mismo cuarto que ellos por al menos una hora?

-Sí, solo cuidado a no tener un ataque, que no queremos que alguien muera en este "capítulo"-dijo esta riéndose-¡Ah, y tampoco les digas que ellos son ficticios, no quiero que terminen con traumas! Y ahora si me disculpas, tengo cosas que hacer. Volveré a las 18:00 para contestar mis preguntas. ¡Hasta luego!

Sentí un viento rozar mi oreja y frunci el entrecejo. No debería preocuparme por eso, la historia es lo suficientemente "rara" para esperarme algo así. Empecé a caminar, mirando alrededor, hasta que después de 10 minutos vi una casa a lo lejos.

-Seguramente es esta-dije avanzando con más rapidez.

Llegué junto a la puerta y la toqué, con el corazón latiendo a mil en mi pecho. Escuché gruñidos, gritos y risas adentro, por lo que retrocedi un paso con temor.

-¡Si eres Jack, prepárate para morir!-gritó una voz de anciano mientras la puerta se abría de golpe y una espada se posaba justo a centímetros de mi garganta.

-¿Quién es?-preguntó Sagitario echando una mirada por encima de su hombro.

-Sao, es alguien inocente. Le estas dando miedo-dijo Sam agarrando la espada del abuelo y bajandola-¿Quién eres?-preguntó con una sonrisa.

-¡Em... yo...!

Me quedé callada unos segundos. ¿Que tenía que decirles? ¿Mi nombre? ¿O simplemente que era una fan suya?

-¡Ah, y tampoco les digas que ellos son ficticios, no quiero que terminen con traumas!-me acordé de la voz de la escritora.

-Bueno yo soy una humana, y soy una gran fan suya. Me hablaron mucho de todo lo que hacen por nosotros y yo y unas amigas decidimos venir a darles las gracias y preguntarles algunas cosas, si no les molesta-dije rascándome la cabeza con nerviosismo.

¿Eso era creíble, no? Porque no se me ocurría una mejor "mentira". Sam sonrió y con un gesto de la mano, me invitó a entrar mientras Sao guardaba su espada y me sonreía en modo de disculpa.

-¿Así que tenemos fans, eh?-preguntó Leo en pose diva-¡Ya sabía yo que había mas gente que me amaba!

-Leo, bajale al ego que terminarás volando-le dijo Rachel divertida-¡Siéntate! ¿Quieres algo de comer?

-¿¡O un abrazo!?-dijo Hiromi emocionado, abriendo los brazos y abrazandome con mucha fuerza.

-Vas a terminar por asfixiarla-dijo Harry riéndose.

La Aventura del Zodiaco [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora