La Aventura del Zodiaco [PAUSADA]

32-La pantera y el osito

Dylan:

—¿Y ahora que hacemos?—le preguntamos a Hiromi, ya que lo considerábamos nuestro líder.

—Necesitan descansar—exclamó este con una sonrisa—se tomarán uno o dos días libres, y ahí seguimos con nuestra búsqueda de los malos—explicó.

—¡Esto debería llamarse "buscando a los malos"!—bromeó Ted riéndose.

—¡Una buena idea!—se sorprendió Sam—si va a haber un libro o una película después hablando sobre nuestros logros, quiero que se llame "buscando a los malos".

—¿Quién dijo que van a hacer una película o historia sobre nosotros?—cuestionó Phoenix con pesimismo—¡Y con un titulo tan horrible, no da ganas de ver de que trata!—este se calló para respirar—además, primero necesitamos sobrevivir contra Jack.

—¿Además como será posible que escriban sobre nosotros?—siguió Tess.

—¡Están soñando demasiado!—me burlé de ellos—¿Igual quién querrá leer una historia sobre unos chicos más inmaduros que un niño de 10 años?

—¡Ya verán, cuando esta guerra acabe yo escribiré una historia sobre todo esto!—prometió Sam—Ahí verán que mucha gente estará interesada en nosotros.

—¡Bueno hazlo si quieres!—contesté sabiendo que en menos de un día se olvidaría de esto.

—¿Entonces tenemos un día libre?—cuestionó Ofiuco emocionado—¡Necesito hacer algo urgente!—nos avisó.

—¿Necesitas ayuda?—le preguntó Hiromi.

—¡Solo necesito el Phoenix de Leo y a mi abuelito—nos explicó este—y quizás me tarde en llegar. Es algo que quise hacer desde hace unos días.

—¡No te preocupes, amigo!—le contestó Hiromi dándole una palmadita en el hombros—¡Tómate tu tiempo!

El Phoenix salió del pecho de Leo, antes de posarse sobre el hombro de Ofiuco. Este sonrió en modo de agradecimiento, antes de dar media vuelta y salir de la cocina con Sao.

—¡Esperen!—gritó Rachel corriendo atrás de ellos, al alcanzando alcanzándolos justo cuando llegaban a la puerta delantera—¡Yo los acompaño. Sé donde van y también tengo que hacer algo ahí!

Estos se encogieron de hombros y la dejaron acompañarlos. Se dieron vuelta antes de saludarnos con una sonrisa y salir de casa.

Ryan:

Entré en el espacioso pasillo del palacio de Jack, antes de irme a mi cuarto y encerrarme en él. Avance hacia mi cama antes de dejarme caer en ella, cerrando los ojos e intentando dormir. Los últimos días habían sido un infierno para mí, ya que podría resumirlos en quedarme parado mirando a una banda de adultos peleando contra monstruos, unos instantes para ir al baño o comer y de nuevo volver al lado de Jack.

Había sido completamente aburrido, pero necesitaba quedarme con Jack, ya que técnicamente yo también era un malo. Exploté en carcajadas antes de agarrar mi almohada y tapar mi cara con ella, ahogando mi risa. De repente alguien toco a la puerta, por lo que levanté la cabeza, antes de soltar un "¡Pasen!".

Jordan entro en mi cuarto, antes de sentarse en mi cama, al lado de mis pies, lanzándome una mirada curiosa. Este suspiró, antes de fijar su mirada enfrente y acariciar su pelo con nerviosismo. Me senté a mi turno, mirándolo con el ceño fruncido. Jordan era un niño bastante amigable y positivo la mayoría del tiempo. Podría considerarlo un Hiromi pero en versión mala, por lo que verlo así de nervioso hizo que me preocupara.

— ¿Qué ocurre, Jordan? —le pregunte con el ceño fruncido— ¿Está todo bien?

— ¿Dime Ryan, tú me vas a juzgar por como soy o lo que diré? —cuestiono aun nervioso.