58-Discusión de "hermanos"

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Hagane:

—Miren quien vino a visitar a su hermanito. ¡Bienvenido, Hagane!

Fruncí el entrecejo, sorprendido. Sus ojos estaban claramente vendados, por lo que no sabía cómo había sido capaz de notar que era yo. A menos que se haya basado en mi manera de caminar o de abrir la puerta. Recordé mi amigo ciego, el cual hacia unos años me había asegurado que podía saber quién era con la manera en la cual caminaba.

—Es verdad, Hagane—siguió el chico—Pude saber que eras tú solo con oírte abrir la puerta. ¿O quizás sí te pueda ver?

— ¿Me acabas de leer la mente?—susurré, mirando alrededor—Esto fue una mala idea. Quizás deba irme al mundo real ahora.

—Haz lo que quieras—contestó el chico, sonriendo con diversión—Pero si te vas, no podrás avanzar con vuestra búsqueda de saber más sobre Hunter.

— ¿¡Cómo saber de la existencia de Hunter!? —pregunté, elevando ligeramente la voz.

—Sé mucho más de lo que creen, Hagane—susurró, sonriendo con misterio—Quítame esta banda de los ojos y te diré todo lo que deseas saber.

— ¡No! —Grité, retrocediendo un paso—Yo, mejor que nadie, sé que el secreto en nuestro poder de ilusión son que nos miren a los ojos.

— ¡Que desconfiado eres, hermanito! —sonrió el chico—Y yo que pensaba que iba a poder hacerlo más rápido.

— ¿Más rápido que? —pregunté, frunciendo el entrecejo.

Me quedé esperando varios segundos, pero el chico no contestó. Después de un minuto de espera silenciosa, me acerqué a él, moviéndolo por el hombro.

— ¿Estas durmiendo, Jack?

Jack:

— ¿Estas durmiendo, Jack?

Sonreí con diversión, antes de elevar la cabeza. Escuchaba la respiración agitada de Hagane, y noté como sus manos temblaban cuando me tocó el hombro. Me quedé varios segundos callado, al mismo tiempo que de golpe, la imagen de Hagane aparecía en mi cabeza.

El chico estaba pálido, con una mirada nerviosa en la cara. Se mordía el labio con nerviosismo mientras movía su mano y creaba su espada, la cual agarró con fuerza, mientras que sus manos seguían temblando.

—Baja la espada, pequeño—le ordené, por lo que del miedo Hagane soltó la espada—Ya no necesito que me destapes los ojos. Ahora puedo verte muy bien.

Hagane se tensó y retrocedió, antes de poner una mano sobre la manilla de la puerta, antes de quitarla con rapidez, soltando un gruñido de dolor y empezando a agitar su mano.

— ¡Oh, no! Espero que no te hayas quemado—sonreí con diversión—Ahora dime, ¿Qué quieres saber?

—Tu no me darás las respuestas—susurró Hagane, negando con la cabeza—Sé que te burlaras de mí, y aunque me digas algo, será mentira solo para mezclarnos aún más.

— ¿Y cuál sería mi objetivo de hacer eso? Yo solo quiero ayudarte. Confía en mí.

— ¡Intentaste matarme! —gritó Hagane, tenso— ¿Cómo quieres que confié en ti después de que me traicionaras e intentaras matarme?

—La gente puede cambiar, hermanito—susurré, sonriendo con diversión.

—No me llames hermanito—murmuró Hagane, empezando a temblar—Yo soy mayor que tú, no el contrario.

—Pero ahora mismo, tú eres inferior a mí—le expliqué, encogiéndome de hombros.

— ¿Inferior a ti? —preguntó Hagane, riéndose con nerviosismo—Claro, yo soy el que está ahora esposado y encarcelado. ¿No es así, Jack?

La Aventura del Zodiaco [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora