2-El osito muerto

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Tyler:

Empecé a correr, intentando encontrar a alguien que conocía, pero sin resultado. Parecía que la arena los había devorado, que ya no estaban en este lugar. De repente me paré en seco y intenté no pegarme una cachetada por lo obvio que era en lo que estaba pensando.

Me senté en el suelo arenoso y cerré los ojos, concentrándome en la suave y brillante arena. De repente sentí como varios pies caminaban sobre esta, a varios kilómetros de distancia. Abrí los ojos y me paré rápidamente, empezando a correr en esa dirección.

Una de las cosas que mas amaba en mi poder era poder saber donde y cuantas personas había en un lugar exacto. En resumen, conectándome con la arena de este enorme desierto, fui capaz de sentir movimientos a varios kilómetros, por lo que simplemente tenía que ir a ese lugar y encontraría a mis amigos.

Empecé a correr aún más rápido, deseando ver de nuevo a mi familia. Había sido increíble verlos después de meses de estar separados, y esperaba volver a sentir el mismo sentimiento. De repente me paré en seco y miré a lo lejos, sorprendido.

Un montón de monstruos que trabajaban para Jack estaban caminando dentro de un portal, entrando uno a uno. Debían de ser unos 60 o 70, pero lo que más me aterraba es saber que seguramente había llegado unos minutos después, por lo que debían haber entrado mucho más ahí.

Atrás de esos horribles monstruos, se encontraban unos humanos con máscaras, caminando felices mientras jugaban con sus espadas. Ryan me había hablado brevemente de ellos.

En resumen, había 15 personas que eran de un poder increíble en el mundo de la arena, sin contar a Jack, claro. Pero había también gente, que no era tan fuerte como ellos, pero aún así eran lo suficientemente fuertes para poder pelear durante largos minutos con alguien como Hiromi o Hagane. Entonces, ellos debían estar ahí para desconcentrarlos de su objetivo que era parar a Jack.

Saqué rápidamente mi espada y me tomé un segundo para pensar. Era o salir y enfrentarlos todos a la vez para hacer que no puedan llegar al mundo real, o quedarme escondido mirando como todos entraban felices ahí, listos para matar a todos.

-¡Oigan! ¡Estoy aquí!—grité dando un salto hacia el lado y moviendo las manos arriba de mi cabeza, logrando llamar la atención de estos.

Hiromi:

-¿Aún no tienes pensado ponerte de pie?—preguntó Ted acercándose a pasos lentos.

Gruñi y me levanté con dificultad, mirándolo con el ceño fruncido. Era imposible matarlo, no solo porque sin tener corazón era más difícil, sino que también porque era rápido y muy fuerte.

Ted movió la mano y un rayo verde apareció en su mano. Este se quedó mirándolo durante largos segundos, lo que me dio tiempo para pensar en que hacer.

-¿Ves esto?—preguntó levantando el rayo al nivel de su cara.

Rodé los ojos y apreté los dientes con más fuerza. Claramente lo estaba viendo, no era ciego. Ted se quedó callado durante largos segundos, por lo que deduje que este esperaba una respuesta. Asentí con la cabeza y lo miré con el ceño fruncido.

-Un consejo antes de seguir—susurró—intenta que esto no te toqué.

Sin esperar un segundo más, me lo lanzó directo a la cara, con tanta fuerza y rapidez que me fue casi imposible evitarlo. Me lancé hacia el lado, cayendo sobre una piedra, pero me puse rápidamente de pie para mirar atrás.

El rayo se estampó directamente sobre un edificio atrás mío, por lo que este explotó, mandando un calor sofocante. Un montón de humo siguió volando en el aire, a cientos de metros de nosotros, justo donde había explotado.

La Aventura del Zodiaco [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora