La Aventura del Zodiaco [PAUSADA]

59-¿Confiarias en mi?

Hagane:

— ¿Para que querías que nos reuniéramos? —cuestionó Ofiuco, mirándome con el ceño fruncido.

— ¿Conseguiste la información que querías? —siguió Jade, mirándome con interés.

—Sí—asentí, mordiéndome el labio inferior con nerviosismo—No conseguí mucho, pero algo es algo, ¿no?

Todos asintieron, mirándome con interés. Nos habíamos sentado todos en el jardín, aprovechando que hacía algo de frio para refrescarnos. Aclaré mi garganta, al mismo tiempo que todos volvían a fijar sus miradas en mí.

—Primero comenzaré con información no muy importante—les expliqué, agarrándome la barbilla.

— ¡Espera, espera, espera! —me cortó Phoenix, levantando las manos frente a su cara—Primero dinos de donde conseguiste esas informaciones.

—Eso no importa—se apresuró a cortarlo Jade con frialdad— ¿Por qué mejor no dejamos que él nos dé lo que reunió?

Le agradecí a Jade con la mirada de intentar que no supieran de mi visita a Jack, pero ellos eran mis amigos y necesitaban saber todo, sin excepción. Suspiré con nerviosismo, antes de seguir.

—Antes cuando fui a La Sociedad de Poder no fui a buscar a Hiromi ni a Seijun, y mucho menos a hablar con el capitán general Ken—les expliqué—Fue algo más.

Todos me miraron con sorpresa. Sabía que seguramente ahora pensarían que había ido a hablar con Shinichi, alias La Verdad, pero ni eso tampoco sucedió.

—Fui a La Sociedad de Poder para hablar con Jack—terminé, bajando la cabeza.

Me esperaba a que todos se quedaran en shock, o quizás que me regañaran por hablar con un asesino, pero en vez de eso todos se quedaron callados, mirándome en silencio. Fruncí el entrecejo con confusión.

— ¿No van a decir algo? —les pregunté con temor—Ya saben, visitar a alguien encarcelado en La Sociedad de Poder está prohibido.

— ¿Te sientes bien? —preguntó Libra, mirándome con preocupación.

—Claro—susurré, mirándola con confusión.

—Está claro que está mintiendo—añadió Aries—Tus manos están temblando.

—Tengo frio—comenté, encontrando la excusa más creíble.

—Hace 10 grados aquí—observó Sao—No es para tanto.

—Y si tenías frio podías decirlo—añadió Ofiuco, creando una chaqueta y pasándomela.

— ¡Esta bien, estoy bien! —me apresuré a tranquilizarlos, asfixiado por tanta atención.

Tomé una larga respiración, intentando hacer que mis manos dejaran de temblar, antes de fijar mi mirada en el pasto en el suelo.

—Jack y yo tenemos el poder de la ilusión, además del poder de metal—seguí, haciendo una mueca de disgusto—Por mala suerte, Jack es mucho más fuerte que yo.

Todos los chicos asintieron, invitándome a seguir hablando.

—Hay dos cosas positivas en nuestros poderes—continué, mordiéndome el labio con nerviosismo—El primero es que podemos dejar a muchas personas que queramos bajo nuestra ilusión. Sinceramente, yo puedo dejar a 100 personas aproximadamente bajo mi ilusión al mismo tiempo.

— ¿Y Jack? —preguntó Leo.

—Jack, sin su pelotita, puede dejar a 1000 personas bajo su ilusión—les expliqué—Pero con la pelotita puede controlar el mundo entero sin ningún problema.