Donde las cosas empezaron || The Umbrella Academy

Donde las cosas empezaron

Los platos y cubiertos se escuchaban en el comedor, los ochos hermanos Hargreeves estaban comiendo con su padre. Sabían que no debían hablar mientras escuchaba sus lecciones, pero por la cabeza de Cinco solo pasaba una idea: viajar en el tiempo.

Número ocho, o ___________, como su madre le puso, lo miro con súplica.

—No te preocupes —movió sus labios Cinco y tomó su mano unos segundos, tratando de tranquilizarla.

—Cinco —susurro en una pequeña súplica, pero él ya no la miraba, miraba a su padre.

El niño miraba retadoramente a su padre mientras todos comían y estaban en sus cosas, pero él no se daría por vencido. Soltó la mano se _____________, tomó su cuchillo y lo clavó en la mesa, atrayendo la atención de todos.

—Número Cinco —dijo su padre.

—Tengo una pregunta.

—El conocimiento es una meta admirable, pero sabes que está prohibido hablar durante las comidas. Estás interrumpiendo a Herr Carlson —le dijo sin mirarlo.

—Quiero viajar en el tiempo —habló decidido haciendo que ____________ tragara un poco de saliva, mientras los demás seguían comiendo atentos a la platicas.

—No —gruñó su padre.

—Pero estoy listo —se levantó de su silla sin darse por vencido—. He practicado mis saltos espaciales. Como me dijiste —segundos después se teletransporto al lado de su padre—. ¿Ves?

—Un salto espacial es insignificante —dijo su padre aún sin mirarlo y comiendo—. Comparado con lo desconocido en el tiempo. Uno es como deslizarse por el hielo, el otro como descender ciegamente a la profundidades de aguas congeladas y reaparecer como una botella.

—Pues —hizo una mueca Cinco mientras su padre bebía de su copa—. No lo entiendo.

—Y es por eso que no estas listo —dijo mientras dejaba su copa en la mesa.

Cinco aun seguí sin darse por vencido. Miró a _____________, quien negó con la cabeza con nervioso por lo que podría ocurrir. El niño dejo de mirarla y miró una vez a su padre, que seguía comiendo.

—No me da miedo.

—No es el problema. Los efectos que tendría en tu cuerpo, incluso en tu mente, son impredecibles —número ocho mordía su labio mientras aun los miraba sin tocar su comida—. Escucha —dijo el señor Hargreeves dejando sus cubiertos y mirándolo por fin—. Te prohíbo seguir hablando sobre esto —volvió a comer, mientras Cinco, enojado, le di una última mitad a ______________, para luego empezó a caminar lejos de ahí—. ¡Número Cinco! ¡No te autorice irte! —todos lo miraban mientras el salió corriendo de ahí—. ¡Vuelve aquí!

Pero Cinco no le hizo caso y salio de La Academia Umbrella con una pequeña sonrisa retadora; él iba a viajar en el tiempo, con o sin la ayuda de su padre. Y así lo empezó hacer. Cinco dio salto en el tiempo, estaba haciéndolo, no necesitaba a su padre para esto.

Estaba orgulloso al hacerlo, pero en su ultimo salto se desconcertó al ver todo en ruinas. No tardo en corre de regreso a la Academia, que también estaba destruida.