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6 meses después.

____________ dio la ultima pincelada al lienzo, se alejo un poco para observarlo, con una tristeza clara en su rostro. Lo miro unos segundos más y dio media vuelta para empezar a guardar sus pinceles y pinturas, lo había terminado.

—Te ha quedado bien —dijo en un murmuro Vanya entrando con un poco de timidez al estudio de su hermana.

—Eso creo —dijo con una pequeña sonrisa y la miro—. ¿Has terminado tus clases? —preguntó amable.

Número Siete asintió con la cabeza y una pequeña sonrisa; ____________ era la única de sus hermanos que siempre le prestaba atención y nunca la hacía menos, ella no la hacía sentirse ordinaria.

—Sera mejor que la llevemos con papá —dijo señalando la pintura—. Quiere colgarla ya.

Vanya noto como miraba la pintura _____________, estaba triste y muchas veces la vio llorar mientras la pintaba. La partida de Cinco le afectó más que a todos, pero ella siempre quería aparentar que no.

La ayudo a guardar sus cosas y ambas llevaron el cuadro a la sala, donde ya todos estaba reunidos.

Número Uno se acerco a ellas y siendo el líder, colgó el cuadro mientras todos miraban. Número Ocho limpio rápido una lagrima mientras le echaba un último vistazo a la pintura de Número Cinco, que su padre le ordeno hacer. Klaus al notar a su hermana triste tomo su mano, haciendo que ella le regalara una pequeña sonrisa.

—Es todo —dijo Reginal y miro a los seis niños—. Hay entrenamiento.

Nadie dijo algo más y salieron de ahí en orden. Era claro que para todos, Número Cinco ya estaba muerto, o casi todos. _____________ no perdía la esperanza de regresara, por eso siempre dejaba encendidas las luces y dejaba emparedados en los pasillos para él.

Los seis niños llegaron al salón de entrenamientos y empezaron a combatir entre todos usando sus poderes. Reginal los observaba junto con Vanya, que le gustaría poder convivir con ellos de aquella forma.

—Diego —dijo con un poco de enojo _______________ cuando uno de sus cuchillos rasgo su brazo.

—Se más rápida —le dijo con burla.

Ella lo tomo como un desafió y los dos empezaron a pelear usando sus poderes. Número Ocho le lanzo de regreso sus cuchillos, haciendo que Diego los esquivara, pero no contaba conque su hermana le lanzara una bola de energía color amarillo que salían de sus manos y lo hiciera estrellarse contra la pared.

—Tú se el rápido —le dijo cuando se acerco a él y lo ayudo a levantarse.

—Odio cuando usas tus poderes contra mí —le dijo el niño mientras hacía una mueca de dolor.

—Es todo por hoy —dijo Reginal mientras cerraba su libreta y miraba unos segundos más a Número Ocho.

Lo vieron salir de la sala, haciendo que los niños ya no sintieran más la atención al estar bajo la mirada de su padre y poder ser niños. Su madre entre poco después, diciéndoles que se fueran a bañar y cambiar, para después ir a cenar.

Los seis niños cansados de tanto entrenamiento le hicieron caso, sin hablar fueron a sus habitaciones por su ropa y después ir cada quien a uno de los baños de la academia y asearse. La cena era lo mejor de ellos, su padre casi nunca se presentaban, así que podían hacer lo que quisieran, claro, sin llamar tanto la atención.

Donde las cosas empezaron || The Umbrella AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora