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5 de septiembre del 2015

Luther al ser el único que quedaba en la Academia, siempre iba a las misiones solos, sin importar si fueran muy peligrosas o no. Aquella no era la excepción, su padre lo había mandado a una.

Al llegar al edificio, varias personas salían corriendo mientras gritaban horrorizadas. Número Uno entro y lo primero que vio, fue a varias personas muertas. Sin perder tiempo corrió donde se escuchaba algunos disparos, en el tercer piso.

Varios policías le disparaban a un objetivo, a un chica con la mitad de la cara cubierta, la cuál las balas no daban ella, es como si tuviera un campo invisible que no podían atravesar. Cuando dejaron de dispararle, la chica los miro.

—Mi turno —dijo ella.

Corrió hacia los policías y sin usar alguna arma empezó a matarlos con cualquier cosa, como toda una asesina profesional. Cuando rompió el cuello al último policía, Luther entro a la habitación, donde cinco personas más estaban arrinconadas y miraban con miedo a la chica.

—Detente —dijo él, haciendo que ella riera por lo tonto se oyó.

—Esto no es tu asunto —dijo ella y luego miro a sus cinco objetivos—. Es de ellos —los miró.

—No les harás daño —el rubio se puso frente los rehenes.

—Sí así lo quieres —dijo ella—. Peleemos, niño bonito.

Luther se lanzo hacia ella, quien lo evito con una buena maniobra y lo golpeo por la espalda, haciendo que este cayera al suelo, pero rápidamente se levanto. Ella lo miró divertida y un dedo le indico que se acerca a ella. Luther una vez más se lanzo a atacar, haciendo que esta vez la chica recibiera un golpe y cayera al suelo.

El rubio iba a volver a atacar, pero sorprendiéndolo, la chica abrió un portal, donde paso ella, desconcertandolo, para segundos después se abriera por arriba de la cabeza de Luther, donde cayó la chica sobre él y antes de que pudiera reaccionar, le inyecto algo en el cuello, que empezó a hacer efecto a Luther, dejándolo sin poder respirar. Le dio una patada, haciendo que este cayera por la ventana del tercer piso.

—Bueno —dijo mirando a los cinco hombres, que volvieron a mirarla con miedo—. ¿Donde estabamos?


1 de Enero del 2017

Acaban de dar la media noche, el inicio de otro año, con la esperanza de iniciarlo bien, pero aquel grito le indico a Diego no era así. Tomo sus cuchillos y salió deprisa del cuarto del gimnasio donde se queda. Iba con su traje negro y una mascara.

El grito aun se escuchaba, era una mujer, que en sus brazos tenía a su esposo, el cuál estaba herido por algunos disparos. La mujer gritaba por ayudaba y al ver a Diego corriendo hacía ella se asusto aun más.

—¿Qué ocurrió? —le preguntó cuando llego con ella.

—Una chica la ataco —hablo con voz temblorosas y llorando, mientra hacía presión en algunas heridas de su esposo—. Solo, solo le disparó a él y luego me miro —se soltó a llorar—. Pensé que me iba a matar, pero solo se fue —siguió llorando aun haciendo presión en la heridas.

Diego miro al hombre, sin duda había perdido mucha sangre y al tomar su pulso, confirmo que había muerto, haciendo que la mujer gritara aun más desgarradoramente. Un chica vestido de negro y con la mitad de su cara tapada mirada desde el otro callejón, su misión había sido cumplida.

Donde las cosas empezaron || The Umbrella AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora