Capítulo 22: Consejos
El bar era el típico antro de moteros.
Todos los que se encontraban en el local llevaban una chupa de cuero, gafas de aviador y un pañuelo en la cabeza. Además, que hubiera una fila de motos aparcadas enfrente del bar me daba todas las confirmaciones que necesitaba.
También había un pequeño escenario al fondo, donde una mujer tocaba su guitarra eléctrica. Parecía el típico sitio donde se juntaban fugitivos y criminales para tomar un par de cervezas, lo que yo no sabía era si nosotros encajábamos con la primera, segunda o con las dos descripciones.
Olivia se sentó en la barra y pidió cervezas para todos, ella encajaba sin duda en la de criminales.
André me colocó una mano en la espalda haciendo que le mirara confusa, y para mi sorpresa señaló hacia una esquina del local. No le di mucha importancia, ya que, cuando había estado observando el bar la parte donde las parejas se estaban dando el lote me pareció incómoda de mirar.
Sin embargo, ahora que me fijaba podía distinguir a alguien. Esa ropa, ese pelo... lo conocía a la perfección porque hoy mismo le había dado el visto bueno a Danny. Mi mejor amiga estaba metiéndole la lengua hasta la campanilla a un chico pelirrojo que no podía ser otro que Dylan, y al lado de ellos Estefanía, vestida toda de negro, se besuqueaba con una chica punk.
¿Habían ido allí para liarse con alguien? ¿O había surgido?
Al ver como Dylan tenía en la mejilla una marca roja en forma de mano supe que era la segunda.
-Ya era hora- comenté tranquila.
-Habían estado mareando mucho la perdiz- sonrió André contento por verlos- un problema menos.
Negué con la cabeza.
-No lo creo. Seguramente cuando terminen volverán a odiarse y esta vez con más ganas por haber caído en la tentación, te apuesto lo que quieras a que Danny le lanza un zapato.
André frunció el ceño.
-Pero se quieren.
-Siempre lo han hecho- me encogí de hombros- pero Danny no sabe si quiere al Dylan actual o a su recuerdo, y hasta que Dylan haga algo para demostrárselo estarán así.
-Puede que lo esté haciendo- dijo serio- solo hay que esperar.
-Nadie espera eternamente algo- apunté.
André me cogió de la mano e hizo que le mirara a la cara.
-No tienes que hacerlo- sus ojos marrones estaban serios- porque estoy dando un paso al frente, ya lo verás. Me tomo muy en serio lo que tenemos y quiero más.
Y sin más me dio un corto beso en los labios para luego ir junto al resto. Olivia le dio una cerveza que se terminó en un trago, podía coger la mía si quería.
No entendía muy bien lo que había dicho, pero suponía que me traería problemas.
Y de repente un chico bastante alto irrumpió en el local. Si nosotros desentonábamos con el ambiente él no era la excepción, sin embargo, su aura de hombre poderoso hacía que nadie le dirigiera dos miradas. Era terriblemente atractivo, con el pelo de color marrón oscuro que contrastaba con sus ojos azules casi grises.
Aarón Armas acababa de hacer su entrada triunfal.
Cuando estaba en Élite me intimidaba, cada vez que se acercaba a donde me encontraba para avisar a Luke sobre el entrenamiento temía que pudiera cogerme y partirme en dos. Ahora seguía sintiendo que podría hacerlo si quisiera, era el poder que transmitía por cada poro de su ser.
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Electricidad y magnetismo
Teen FictionJo lleva toda su vida siendo víctima de humillaciones en Élite. Sin embargo, su vida da un cambio de ciento ochenta grados cuando en mitad del curso la mandan a un internado en Inglaterra de donde volverá irreconocible. Un nuevo curso ha comenzado e...