Capítulo 5: Discurso

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Capítulo 5: Discurso

El resto de clases fueron aburridas, meras presentaciones, por eso mismo ya me encontraba sentada en mi mesa en el almuerzo junto a Danny. Ambas comíamos tranquilamente, pero sabía que eso sería por poco tiempo. André había quedado en venir a comer conmigo y no dejaba de mirar la puerta nerviosa.

-¿En serio?- preguntó hastiada- llevas mirando la puerta horas.

Suspiré.

-Es que prometió venir a comer conmigo- me excusé.

-El chico nuevo de intercambio- se burló- se ha prendado de mi amiga y ahora quiere pasar el tiempo contigo.

-¡No es eso!- me quejé- soy la única persona a la que conoce. Te recuerdo que en mi primer día me senté sola y no quiero que le pase a él eso.

Danny rodó los ojos.

-No veo el problema en eso.

Claro que no lo hacía, ella prefería estar sola a estar rodeada de idiotas. Danny no podía entender que las demás personas necesitábamos nuestra dosis social.

Entonces sentí como mi teléfono comenzaba a vibrar en el bolsillo.

-Me suena el móvil- articulé hacia mi amiga- ahora vuelvo.

Danny asintió.

Salí del comedor y fui directa hacia los jardines. Tenía que encontrar un lugar apartado donde los profesores no pudieran verme, lo que menos me apetecía es que me confiscaran el móvil y no pudiera comunicarme con mis padres. Mamá se pondría histérica si viera que no le respondía a los mensajes, podría presentarse aquí echa una furia.

Eso era algo que no quería ver.

Cuando logré encontrar el sitio cogí el teléfono. Era mi prima.

Sí, chicos la misma que la había liado tanto en Élite provocando que todos los estudiantes odiaran a todos sus familiares. No la culpaba, ella ya lo había pasado lo suficientemente mal durante su estancia. Había pasado de ser la reina del colegio a ser la paria.

Descolgué.

-¿Cómo andas?- preguntó- mi padre me ha dicho que te han obligado a volver a Élite, que asco.

-No te preocupes por eso- suspiré- nadie parece reconocerme.

-¿Y te extraña? Estás cañón ahora- se echó a reír- cuando viniste a visitarnos Mason no dejó de mirarte el culo. De verdad te digo que hoy en día es imposible conseguirse novios decentes.

-Pensé que habías cortado con él Érica.

Bufó exasperada.

-Lo hice. Pero ya sabes que no aguanto más de un par de meses. Me mira con sus ojos de cordero degollado y me pierdo.

-¿Y Aarón no te miraba así?- me burlé.

El tema de su infidelidad solía ser un tema tabú en el internado, ya que todos se habían puesto de la parte del chico lo que era lógico. Sin embargo, ella era mi prima y aunque no estaba de acuerdo con sus actos podía llegar a comprenderla.

Según Érica ese tema ya no le afectaba porque Aarón después de todo la había perdonado.

-Miraba así a su piano- recordó divertida- y ahora a Olivia cuando se enfada con él.

Érica había decidido marcharse lo más lejos posible de Élite y cuando tuvo la oportunidad de estudiar en Canadá la tomó sin pensarlo mucho. Pero seguía manteniendo el contacto con sus antiguos amigos del internado, que habían acabado en la universidad que recomendaba Élite.

Electricidad y magnetismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora