Capítulo 27: El favor

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Capítulo 27: El favor

Me sentía extrañamente exultante y me dolían parte de mi cuerpo que no sabía que podían escocer de esa manera, y aún así nadie podía quitarme la sonrisa bobalicona de la cara.

No quería levantarme, prefería quedarme lo que quedaba de mañana en la cama. Después de todo ya iba tarde a mis clases, ¿qué más daba un par más? Podría decir que estaba enferma o algo. Todo lo que no había dormido la noche anterior y la relajación de mi cuerpo logró que me quedara fuera de combate hasta bien entrada la mañana.

Los rayos de sol me impactaron en la cara e hice un ruidito de disgusto.

Me revolví en la cama en un intento de que Luke se despertara y cerrara la venta, sin embargo, el lado en el que había dormido estaba vacío. Eso hizo que abriera los ojos confusa.

Todo estaba exactamente igual que cuando llegue, a excepción de que la cama de Luke ahora estaba arrugada. Observé desde debajo de las sábanas, esperaba que Dylan no hubiera vuelto, para ver si encontraba al rubio. Al comprobar que la habitación estaba vacía salí de la cama y lo busqué hasta en el baño.

Ningún rastro.

Seguramente estaría en clase, él no era de los tipos de chicos que se saltaban las clases. Al despertarse me habría visto tan cómoda durmiendo en la cama que no me había despertado.

Cogí mi ropa y me vestí rápidamente.

Esperaba que no hubiera nadie en el pasillo, no porque me avergonzara que supieran que había pasado la noche con Luke sino porque ellos no tenían porqué saber lo que hacía o dejaba de hacer.

Al mirar a ambos lados salí pitando hacia mi destino, la habitación que compartía con Danny, sin embargo, me choqué contra Gabriela.

-¡Lo siento Jo!- se disculpó- no estaba mirando. ¿Te encuentras bien?

Me sonrojé.

-Eh... yo... sí- murmuré- la caída no ha sido para tanto.

Me dirigió una mirada examinadora que consiguió que me pusiera aún más nerviosa, entonces al percatarse de lo que había estado haciendo su sonrisa se amplió.

-Al menos sé que no estabas enferma- se echó a reír.

Tierra trágame...

-Eh... yo...

-No tienes que dar explicaciones- sonrió- cada uno es libre de hacer lo que quiera, si yo te juzgara teniendo la hermana que tengo...- negó con la cabeza divertida- pero espero que hayas utilizado protección.

Ahora sí que quería morirme.

Ya había tenido esta conversación con mi madre un par de años atrás y había sido lo más horrible que me había pasado en la vida. No quería volver a repetirla y menos con mi profesora de arte que todavía me caía bien.

-Lo tendré en cuenta- desvié la mirada- quiero llegar a mi habitación.

-¡Claro!- me guiñó un ojo- seguro que Copito estará encantado de verte, os ha echado mucho de menos- suspiró- no dejó de maullar enfadado. Papá fue muchas a veces a amenazarlo con ser el próximo juguete de Olivia.

Solté una pequeña carcajada.

-Mi gato no se vende- me burlé- gracias por cuidarlo.

-Sin problema, le ha cogido mucho cariño a Clara así que no te extrañe que se pase de vez en cuando por allí.

Asentí.

Y sin más volví a la misión de intentar entrar en nuestro cuarto. Danny no se encontraba por allí, supe a ciencia cierta que estaría en clase quejándose porque yo me las había saltado y ella no.

Electricidad y magnetismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora