Capítulo 13: Consejero espiritual
Evité a los chicos durante el resto de la semana, avergonzada por todo lo que había ocurrido en la biblioteca. Todavía no había sido capaz de confesárselo todo a Danny, necesitaba asumir las palabras por mí misma antes.
André había cumplido su promesa. Seguía sonriéndome desde su lugar pero no me acosaba, se limitaba a coquetear con el resto de la población femenina que estaba encantada por sus atenciones. Sin embargo, seguía sin llegar a la siguiente base.
Tampoco podía mirar a Luke a la cara, lo que había causado que me persiguiera por el campus preguntándome si había hecho algo malo. Le había perjurado que no me ocurría nada, simplemente prefería estar sola durante un tiempo.
Me sentía terriblemente culpable.
Como si el hecho de besar a André fuera engañarlo. Sé que no tenía sentido puesto que Luke y yo no éramos nada, sin embargo, mi corazón no pensaba de esa manera y no dejaba de recordarme mi desliz.
¿Y mi mente?
Estaba considerando seriamente la propuesta de André. Después de todo, ¿qué ganaba persiguiendo a Luke? Al menos el francés parecía interesado en mí, y no creía que por aceptar una cita fuera a morirme.
No dejaba de dar vueltas a las cosas, lo que me causaba un gran dolor de cabeza.
Como estaba en modo ermitaña me refugié en la pintura. No paraba de dibujar miles de cosas en mi pequeña libreta, incluso me atreví a ir al aula de arte y pintar en un lienzo con pincel. Gabriela se lo había llevado cuando lo finalicé para guardarlo.
No me quejaba, la verdad es que no tenía intención alguna de quedármelo. Había plasmado a mi instituto en Inglaterra junto a mis amigas de allá, en un burdo intento de volver a tiempos mejores. Pero tan solo era yo intentando olvidar por un rato la decisión que debía tomar.
Llegué a tal punto que ni si quiera salí junto a Danny el sábado. Lo que hizo que comenzara a sospechar sobre mi comportamiento.
En el pasado lo había hecho varias veces, encerrarme en mi fase creativa sin prestar mucha atención a nadie. Y como esta vez también estaba pintando como una loca no le había dado importancia, hasta que me negué a salir de Élite con ella.
Por eso mismo el domingo se quedó sentada a los pies de mi cama sin quitarme la vista de encima.
Y cuando abrí los ojos esa mañana casi me da un infarto al ver a una morena de ojos verdes mirándome fijamente. Salté prácticamente de la cama, pegué un chillido y me llevé la mano al pecho.
-¡Joder Danny!- grité- ¡casi me da un infarto! ¡¿Qué coño te pasa?!
-¿A mí?- se señaló a sí misma- ¿qué te pasa a ti? Estás más rara que un perro verde.
-¿Esto qué es? ¿Una emboscada?- alcé una ceja.
Se cruzó de brazos.
-Puede decirse que es más bien una intervención- asintió convencida- para que dejes de hacer la gilipollas.
Bufé.
-De verdad que me encuentro bien.
-Podrás engañar a Luke de esa manera, pero a mí no. Al contrario que él pienso que todo el mundo me está mintiendo, no me gusta pensar en la bondad de las personas. Además Estefanía me dijo que algo te ha pasado.
-¿Y quién se lo dijo?- me burlé- ¿Lucifer? ¿Por fin ha logrado invocarlo?
Danny rodó los ojos.
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Electricidad y magnetismo
Dla nastolatkówJo lleva toda su vida siendo víctima de humillaciones en Élite. Sin embargo, su vida da un cambio de ciento ochenta grados cuando en mitad del curso la mandan a un internado en Inglaterra de donde volverá irreconocible. Un nuevo curso ha comenzado e...