Electricidad y magnetismo

Capítulo 34: Prueba de amor

Capítulo 34: Prueba de amor

-¿Está gustando?- me preguntó Gabriela escondiéndose detrás de la pared- dime por favor que la gente está contenta con el resultado.

-¿Y por qué no vas a mirar tú?- alcé una ceja.

Hacía unos diez minutos que el festival de invierno había comenzado oficialmente, nuestros dos presentadores habían informado a los presentes de los horarios en los que la clase de música realizaría su actuación y que nuestra galería estaría abierta todo el día. Era la primera vez en Élite que nuestro público podía escoger el orden y moverse libremente.

La galería estaba llenándose poco a poco, y ahora que la actuación de los de música había terminado y no empezaba otra hasta dentro de una hora se llenaría hasta los topes.

Gabriela no se había atrevido a entrar.

Como era su primer año de profesora tenía mucho que demostrar con nuestra presentación y estaba muy nerviosa. Por eso mismo cuando me dispuse a verla, no había visto el trabajo final, me había agarrado para interrogarme.

-No puedo, me he quedado bloqueada- anunció.

Rodé los ojos y la empujé hacia dentro de la galería de arte.

Con tal sincronización que Clara y un hombre estaban entrando de la mano y acabaron chocando con Gabriela. El hombre de pelo rubio sonrió a la chica y la animó.

-Estoy seguro que será una gran presentación- le guiñó un ojo- eres increíble cariño.

-Ay papá- se sonrojó- tú que vas a decir.

Clara soltó una risita.

Joder. Estaba detrás del poderoso Ian Martínez. Así que di un par de pasos para alejarme porque lo menos que me interesaba era que me reconociera como una cómplice de su hija.

El móvil de Gabriela sonó y se apresuró a contestar. Pude ver a los lejos a una chica rubia que no paraba de hacer gestos de ánimo a Gabriela, quien ante las palabras de su hermana había recuperado el color e incluso sonreía.

Olivia y Gabriela se llevaban realmente bien.

Érica me había contado que Olivia había intentado venir por todos sus medios pero la policía le había dicho que no podía abandonar la ciudad hasta que se revolviera un crimen, ni ella ni Aarón ni Kyle ni Álex podían irse.

Preferí no indagar más en el tema.

Al ver como la familia Martínez continuaba su camino me apoyé en la puerta esperando a mis padres. No tardaron en aparecer y como siempre mamá se apresuró en abrazarme y amenazar con asfixiarme.

-Mamá- dije ahogada- por favor que no respiro.

-Amelie- advirtió papá- creo que no puede respirar, sepárate un poco.

Mamá hizo un puchero mientras se separaba.

-Hace mucho tiempo que no la veo y todavía no la he podido regañar por su escape- me dirigió una mirada dura- no sé que le habrás dicho a tu padre para convencerlo de que era buena idea.

-En realidad no le dije nada- sonreí- él pensó que el castigo de Anna sería más que suficiente.

-Pues bien merecido que te lo tienes- gruñó molesta y comenzó a caminar.

Miré a papá.

-Todavía no le has dicho por qué me fui ni tampoco que el castigo de Anna fue hacer el voluntariado que hago todos los años.