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✻________1 mes después________✻
El tiempo es una de las cosas más valiosas que uno puede gastar, pero vale la pena gastarlo si son con personas que cada vez que estás con ellas, te dejan sed de más. Te dejen con ese apetito cada vez menos insaciable y que desde luego, te haga recordarlos para siempre, que dejen una huella en ti.
Señor Taylor, usted poco a poco ha despertado en mí, sentimientos que jamás creí que una persona pudiera tener. Cada noche fogosa que comparto con usted, el tiempo suele detenerse, sólo pocos son los testigos que observan las travesuras que hacemos, si ser amantes fuera un delito, ambos ya estuviéramos en prisión, y la principal testigo de ese pecado que a la larga nos traerá demasiadas consecuencias, es la luna, ella siempre está presente cada vez que nuestros vehementes cuerpos fornican sin piedad alguna, tal y cual viles amantes somos. Pero siendo sinceros, la cama es el único lugar en donde portarse mal siempre es bueno, y lo malo siempre es lo más tentador. Y eso es lo que usted es para mí, el fruto prohibido que ya me comí en este paraíso.
Hoy, exactamente hoy, ha transcurrido un mes desde aquella escena que dejó una gran cicatriz en mí, aquella escena que me dejó marcada para darme cuenta que yo no solamente veía a Roger con ojos lujuriosos, sino que había aprendido a tomarle cariño y tal vez, empezaba a despertar algo más allá que eso. Y es que fue en su mirada en donde yo me perdí, señor Taylor, si tan sólo supiera la sonrisa que usted provoca en mí cada vez que leo sus tarjetas, cada vez que me arreglo para verlo, cada vez que sus ojos me observan, cada vez que lo tengo cerca de mí, entendería lo que comienza a suceder conmigo.
Ese momento fue uno de los mejores en mi vida, únicamente existíamos Roger y yo bajo aquella cortina de agua que empapaba nuestros cuerpos, cualquier persona que hubiera pasado en ese momento juraría que éramos una pareja normal, como cualquier otra. Ha transcurrido un mes, en el cual he estado presionada por el estrés por parte de la universidad, un mes en el cual, Roger y yo nos disfrutamos cada vez que podíamos, un mes en el cual, Roger me mandaba flores con esas frases que con tan sólo leerlas hacía despertar en mí esa lujuria desenfrenada. Un mes en el cual, Lola y Darren comenzaron a salir más seguido, al parecer iban por buen camino.
Mi mirada se posó sobre aquel gigante ramo de rosas Juliet, una flor que aparte de ser fina, era algo costosa, y sí, el señor Taylor no se media en costos. En mi mente recordaba una y otra vez aquella frase que venía escrita en un trozo de papel rectangular, con esa caligrafía tan perfecta que ya conocía.
"Ma chère
Yo nunca he querido más, hasta que te conocí. Mi mundo era ordenado, calmado y controlado, y de repente tú llegaste a mi vida con tus comentarios inteligentes, tu inocencia, tu belleza y tu tranquila temeridad y todo lo que había antes de ti empezó a parecer aburrido, vacío, mediocre...
Mr. Taylor "
Aquellas palabras del señor Taylor habían dejado a mis sentimientos a flor de piel, demasiado, eso me aturdió en gran parte. ¿Será que él también comienza a sentir cosas por mí? Porque dijo que su mundo era aburrido antes que yo llegara, probablemente sea porque no tenía una compañía femenina, porque conmigo vuelve a ser un hombre de 20 años, y se esfuma su ajetreada vida de empresario.
