CAPÍTULO 45

431 30 93
                                    

En ese momento entré en concentración total, cerré los ojos y le pedí un favor al viento; le dije que se llevara todo lo que sea necesario

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En ese momento entré en concentración total, cerré los ojos y le pedí un favor al viento; le dije que se llevara todo lo que sea necesario. Estoy cansada de cargar equipajes pesados que no me dejan avanzar. De ahora en adelante, sólo quiero llevar lo que quepa en mi corazón, ya no quiero más tristezas, más decepciones, más remordimientos y lamentos.

A veces en la vida pasan cosas que jamás te hubieras imaginado. Mi corazón se incendiaba cada vez más con los minutos que pasaban, trataba de resistir, tener fuerza. Estaba tratando de soportarlo todo y quería ponerle cadenas a este instinto masoquista, pero éstas se romperían con facilidad, traté y traté de aguantar un poco más, porque cuando más duele es cuando está a punto de sanar.

La muerte siempre está segura de ganar, pues es ella la que nos da una vida de ventaja. Nos deja que vivamos la vida a nuestra manera, disfrutarla en su máximo esplendor, porque nunca sabemos si el día de mañana amaneceremos en este mundo, o en otro. La muerte sabe que las alas de Luca están listas para volar, pero mi corazón nunca lo estará, no quiero guardar en mi mente su última mirada, ni tampoco me quiero quedar con su última sonrisa, la última vez que nos vimos, quiero que siempre siga siendo mi ángel en la tierra y nunca en el cielo

—Ancira... —murmuró el doctor Belrose a mis espaldas.

Cerré los ojos mientras una enfermera me quitaba una pinza de las manos, mis lágrimas no tardaron en salir. Mis manos comenzaron a temblar, desesperadamente me quité los guantes cubiertos de sangre.

—Se hizo lo que se pudo... —expresó con nostalgia. Posó una mano en mi hombro.

Todo mis sentidos estaban alterados, no había palabras para describir lo que estaba sucediendo.

—Bien hecho... —finalizó, mientras abandonaba la habitación para dejarme sola con los enfermeros.

A veces hay que permitir que el dolor nos alcance para luego sentir el verdadero alivio, darle las bienvenidas a la pesadillas para luego comenzar a soñar. Un suspiro de alivio fue lo que solté en ese momento.  Mi hijo se había salvado, Luca estaba con vida. Después de tantos obstáculos que había tenido, por fin lo tendría a mi lado para siempre, tal y como lo soñé un día.

Salí del quirófano, me había deshecho de todo el material quirúrgico, iba a darle la noticia a Ben, pero afortunadamente nos encontramos en el pasillo, al verme fue a abrazarme fuertemente, supuse que el doctor Belrose ya le había dicho.

—Estoy feliz por ti... —dijo en mi oído—. Salvaste la vida de Luca.

Mis lágrimas no tardaron en aparecer.

—No sabes cuando recé para que esto fuera posible —exclamé con felicidad y limpiándome las lágrimas.

—El deseo de ese niño se hará realidad —murmuró con un brillo en los ojos. A Ben le había dicho toda la verdad, quién era Roger, cómo lo conocí y los planes que tengo por hacer.

Young and beautiful •|Roger Taylor y ______|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora