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Tal vez nuestro problema está, en que pensamos una cosa, sentimos otra y terminamos diciendo algo que ni pensamos ni decimos. Después de estar pensando mucho, he llegado a una confusión. Y es que las actitudes de Roger hacia mí, siempre me dejan mucho que pensar. Estoy en ese momento muy confundida, no encuentro otra palabra para describir lo que siento.
Hace unas semanas él mismo me dijo que no confundiera las cosas, me dejó muy en claro quién soy y quién seguiré siendo para él, por más que haya intentado verlo de otra forma y hacerme creer que sus palabras no me hirieron, no pude hacerlo. Esa es la cruel verdad.
No sé a qué está jugando Roger conmigo, no sé por qué de pronto viene y le dice a las personas que le tiene confianza que soy su "novia", desde luego que una parte de mí se alegró el haber escuchado esas palabras por parte de él, pero por otro lado, mi corazón se sentía confuso, hasta llegué a percibir que lo hace de burla, porque él quiere verme ilusionada y toda alborotada por él.
Por supuesto que logra su objetivo, logra que yo caiga en sus redes completamente, pero porque decir eso, porque ilusionarme con esas palabras cuando la realidad es otra.
A veces me he puesto a pensar que Roger sólo quiere jugar conmigo, no me cabe en la cabeza la idea de que yo sólo seré mujer de un rato en la vida de él, es hora que me dé cuenta de una buena vez que Roger y yo no tenemos futuro como pareja, a él sólo lo satisfago cumpliendo sus más sublimes fantasías.
El arrepentimiento que podemos tener no es por las cosas equivocadas que hicimos, sino por las cosas correctas que hicimos con las personas equivocadas. Las cosas que hago no son tan correctas, o bueno, tal vez sí.
Salir con un hombre, disfrutar de su compañía, de sus encantos, de él, no tiene nada malo, ni tampoco es algo anormal o incorrecto que digamos, desde luego que yo soy alguien joven y sin compromisos, pero desafortunadamente, el hombre con el que salgo no es el correcto, es un hombre mayor que yo, y por si fuera poco, es el papá de mi amiga.
Me siento como una estúpida, a veces quisiera arrepentirme de haber conocido a Roger, pero no, jamás me arrepentiría de haberlo conocido, si llegó a mi vida es por algo. No pienso dejarlo ir tan fácilmente.
El tiempo es una de las cosas que uno no puede detener, justo ahora estaba a dos semanas de concluir mi primer semestre como universitaria, no quiero irme todavía de Londres, echaré de menos a esta ciudad, a su gente, a las personas que he conocido. Pero a quién quiero engañar, también echo de menos a mi país, a mis amigos, todo.
Rodrigo me hace sentir como en casa, siempre está preocupándose por mí, cada vez que llego de la universidad lo encuentro en la cocina terminando de guisar la comida. Pasa gran parte de su tiempo aquí en mi departamento, me ayuda a hacer las compras, ordena un poco mi departamento, me ayuda con las tareas, me saca miles de sonrisas. Es un hombre que en verdad vale la pena.
