CAPÍTULO 2

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—¡Ouch! —exclamó una voz femenina

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—¡Ouch! —exclamó una voz femenina.

—Lo siento, no era mi intención. Estaba distraída —dije algo asustada y nerviosa.

—Estoy bien, no pasó nada —respondió—. ¿Eres de intercambio?

—Sí, estoy algo desubicada, no sé cuál es el salón de medicina —exclamé algo frustrada.

—Yo también estoy en medicina, vamos, te acompaño —dijo amablemente aquella rubia.

—Muchas gracias. Por cierto, no nos presentamos.

—Mi nombre es Lola Taylor —dijo extendiendo su mano.

—Un gusto Lola, mi nombre es ______ Ancira y soy de México.

—Wow! Con qué Latina, ehhh—. Ya decía yo que ese físico no era de acá —dijo. Logrando sonrojándome.

Emprendimos camino hacia los salones de medicina, en el transcurso nos íbamos conociendo un poco más, me explicaba cómo es Londres, los lugares que tengo que visitar, etc.

Llegamos al salón y al entrar estaba casi vacío, se encontraban unas 10 personas ahí, al parecer íbamos a ser 30 personas de esa carrera. Tomamos asiento en medio de la clase, y continuamos hablando.

—Como te decía, debes ir a todos esos lugares —dijo Lola.

—Me encantaría, pero tengo miedo de perderme.

—No te preocupes por eso, yo misma iré contigo —respondió amablemente.

Iba a responderle cuando una voz masculina nos interrumpió, era el doctor que nos iba a impartir la primera clase, pausamos nuestra plática para prestar atención.

Así transcurrió el resto del día, entre clase y clase el tiempo se fue volando, el reloj marcaba las 2:00 p.m. y eso significaba una cosa, las clases habían finalizado.

—Oye, ¿a dónde irás a comer? —preguntó Lola.

—No sé, no tengo la menor idea de dónde queda un restaurante —respondí.

—Te parece si comemos juntas —sugirió.

—Claro, me agrada la idea, ¿a dónde sugieres ir? —comenté.

—¿Te parece si vamos a mi casa?

—No me lo tomes a mal, pero que pena con tus padres —contesté algo apenada.

—¿Por qué? —respondió ella.

—No quiero que piensen que soy una aprovechada, apenas es el primer día de clases, apenas nos conocemos y ya me llevarás a tu casa y peor aún a comer, no gracias —dije apenada.

—Jajaja nada de eso, mi papá no se lo tomará así, al contrario.

—Prefiero comer en un restaurante, por favor, entiéndeme —dije en tono de súplica.

—Está bien, te la paso esta vez. Pero a la otra no tendrás otra opción —comentó.

—Está bien, ya que.

—Vamos, mi chofer nos espera.

Así es, Lola tenía chofer era un sujeto muy amable, era un señor de unos 50 años, lucía muy formal y era muy entretenido hablar con él.

Llegamos a un famoso restaurante de Londres, el lugar no se veía nada mal, afuera tenía un letrero con el nombre del local se llamaba "Nando's". Ordenamos de comer y comenzamos a charlar sobre nuestro primer día de clases y a conocernos un poco más.

—¿Tus padres a qué se dedican? —pregunté.

—Mi papá tiene una empresa acá en Londres, en sí, es socio con los dueños de Yamaha Corporation —dijo Lola con orgullo—. Es socio con el corporativo que se dedica a la producción y venta de instrumentos musicales.

—Wow! Allá en México soy una buena marca y es muy comercial.

—Lo sé, a mi papá le encanta la empresa, sobre todo por los instrumentos musicales en especial la batería.

—Eso es genial, también mi padre ama su trabajo.

—¿En qué trabajan los tuyos? —preguntó Lola.

—Mi padre tiene un bufete jurídico allá en México y mi mamá trabaja como secretaria. Ambos hacen un equipo genial —dije.

Así pasamos toda la comida, conociéndonos la una a la otra. Pero, algo me había dejado extrañada Lola nunca mencionó a su mamá bueno, tal vez no quiso hacerlo y tampoco iba a preguntar ya que no quería verme muy preguntona.

Al salir del restaurante Lola se ofreció en llevarme a mi departamento.

—Gracias por traerme, nos vemos mañana —dije bajándome del auto.

—No hay de que, nos vemos mañana —se despidió.

Entré a mi edificio para poder relajarme después de un día largo y agotador, estaba algo agotada por el día de hoy. Tomé una ducha para poder relajarme un poco, una vez en la ducha sentía el agua tibia recorrer mi cuerpo.

Al salir de la ducha revisé mi celular y tenía varios mensajes sin responder, decidí responderlos y sin querer me entretuve en mi celular platicando con Lola, esa chica era un amor de persona y ambas teníamos una que otra cosa en común, ambas éramos hijas únicas.

Una ligera brisa de aire entró por la ventana que tenía, esa brisa anunciaba una cosa y era la lluvia, me paré a contemplar cómo se veían las calles de la ciudad de noche, era demasiado relajante ver como estaban algo tranquilas, casi no transitaban autos y no había personas caminando por la calle, un trueno hizo sobresaltarme así que, opté por cerrar la ventana. Me fijé en el reloj para ver la hora y eran las 21:00 estaba agotada y decidí que era momento de dormir, ya que mañana sería otro largo día y debía estar bien.

Young and beautiful •|Roger Taylor y ______|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora