CAPÍTULO 26

742 48 340
                                    

Tenía el oscuro presentimiento desde que puse un pie en aquel lugar que algo sucedería esta noche, pero jamás llegué a imaginar que tan grande y escandaloso sería

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tenía el oscuro presentimiento desde que puse un pie en aquel lugar que algo sucedería esta noche, pero jamás llegué a imaginar que tan grande y escandaloso sería. En mi mente rondaba una y otra vez la imagen de Roger con su mano bañada en la roja y escalofriante sangre que desprendía. Como es que esos ojos desprendían el berrinche de tan cruel escena que habían presenciado.

Aquellas pupilas que encajaban perfectamente con su rostro se encontraban dilatadas, parecía que el tiempo se había detenido y todo a nuestro alrededor había desaparecido, nada más éramos Rufus, Roger y yo. Ese triángulo amoroso que, si no lo detengo a tiempo prevalecerá y traerá consigo desgracias.

Me sentía incómoda, quería salir corriendo y gritar de la desesperación que sentía en ese momento, quería desaparecer de aquel lugar antes de que sucediera algo más. Los ojos de Roger no dejaban de verme con coraje, con demasiada rabia, la ira que desprendía Roger era un veneno que Rufus y yo estábamos a punto de tomar. Todos los presentes se encontraban observando a Roger.

Jamás había visto enloquecer a Roger de esa manera, era una bestia indomable, en ese momento quería que la tierra me tragara, tuve la culpa al no apartarme inmediatamente desde el momento en que sentí el acercamiento de Rufus hacia mí, pero ni yo misma me esperaba esto, todo fue demasiado rápido.

Mi respiración empezaba a agitarse, mis entrañas estaban comprimidas, lentamente empecé a sentir como una ola de calor invadía mi cuerpo, me recorría desde la nuca, comenzaba a distribuirse por mi espalda para finalizar hasta mis pies. Jamás había tenido esta sensación, estaba demasiado aterrada, no sabía lo que era capaz de hacer Roger en ese momento, y no lo culpo, nadie puede pensar con claridad cuando sus puños están cerrados.

Desde mi perspectiva, el tiempo se demoraba en pasar, todo ocurría en cámara lenta. En un parpadeo que di, observé como la bestia indomable venía en dirección hacia nosotros, ahora sí, el pánico se apoderó por completo de mí. No estaba preparada para esto, pero en mi mente se estaban formando escenas de todo lo peor que podía suceder, mis manos comenzaron a temblar, el nerviosismo y temor que sentía poco a poco comenzaban a ser visibles. Tragué saliva rápidamente al ver como Roger caminaba apresuradamente hacia nosotros. 

Todos los presentes comenzaron a levantarse de sus asientos, al parecer nadie había notado el comportamiento tan repentino de Roger. Gracias a mi ángel de esa noche, el señor de rulos, que detuvo inmediatamente a Roger, pues no dejó que diera un paso más. Lo sostuvo fuertemente de los brazos, posteriormente se le unió el señor Deacon y Freddie para intentar calmarlo, pero lo perdí de vista, porque varios hombres más se interpusieron en mi camino.

Gracias a los tacones que traía puestos y a las personas comenzaban a esparcirse, podía ver como Roger estaba como un león enjaulado que lleva días sin comer y cuando por fin le dan un trozo de carne, viene alguien más y se lo arrebata, dejándolo con hambre y enojo. Con ganas de ir tras su enemigo y querer matarlo para así poder quedarse con su comida.

Young and beautiful •|Roger Taylor y ______|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora