CAPÍTULO 42

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Lo que tanto había pedido que no sucediera, ocurrió, el pasado y su mala costumbre de interrumpir mi presente

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Lo que tanto había pedido que no sucediera, ocurrió, el pasado y su mala costumbre de interrumpir mi presente. Creí que lo mejor era que yo no supiera de ti, ni tú de mí. Que esto fuera una separación para siempre, sin reencuentros, sin sentimientos, sólo seríamos dos individuos que compartimos bellos momentos mientras la vida nos lo prestó.

Nunca me arrepentiré de haberte conocido o diré que fuiste lo peor que me pudo haber sucedido, ya que hubo un tiempo en que eras justo lo que necesitaba. Y si te preguntas por qué, porque gracias a ti aprendí a amar como nunca lo hice y me dejaste un recuerdo que me ha pesado llevar a lo largo de todo este tiempo, un recuerdo del cual odio con toda mi exitencia a la persona que me lo arrebató de mis brazos. Pero, a pesar de la tempestad que pasé, llevo esa huella grabada en mi alma eternamente, porque ese sufrimiento que pasé no se lo deseo a nadie.

Tan sólo no era el momento, el lugar, el tiempo ni la forma de poder estar juntos. Tal vez debimos esperar más, porque quizás en otra vida nuestras almas se complementaron de una manera extraordinaria. Tal vez tenga razón, pero al momento de conectar nuestras miradas nuevamente, pude darme cuenta que ninguna otra persona me va a ver de la misma manera que tú lo haces, pude haber visto miles de ojos azulados en esta década que no nos vimos, pero ninguna se compara con la tuya.

Después de que nuestras miradas se encontraron, percibí esa sensación y sentimientos que creí haberles dado fin, es impresionante el poder que tu enérgica e intimidante mirada tiene. Tanto, que por mi mente pasaron todos los bellos recuerdos que tuvimos, cuando recargaba mi cabeza en tu pecho y posabas tus manos en mi cintura mientras me decías lo mucho que me querías, mientras no nos importaba el exterior, tan sólo éramos tú y yo en nuestra burbuja de cristal viviendo nuestro cuento, a nuestra propia manera, comprendí que en verdad merecemos estar juntos, y quién en realidad no nos merece es el mundo.

Tu repentina llegada golpeó fuertemente cada parte de mí, tanto, que me desvanecí en cuanto te vi, no supe más de mí cuando vi a Roger. Tan sólo quería abrir mis ojos para poder confirmar que no era una alucinación mía y de la noticia de la que me acababa de enterar. Mis ojos me pesaban, no podía hacer nada, todo en mi pesaba, esto me estaba desesperando porque en mi interior no podía quitármelo.

—¡ROGER! —grité desesperadamente.

Me levanté de golpe y vi como todo a mi alrededor comenzó a dar vueltas, cerré fuertemente los ojos y la cabeza comenzó a dolerme.

—______ —escuché a lo lejos la voz de Ben entrando a la habitación.

Me volví a recostar en la cama con los ojos cerrados y la respiración demasiado agitada.

—Tranquila —murmuró Ben acariciando una de mis manos.

Intenté tranquilizarme, pero fue en vano, lo único que hice fue empeorar, estaba entrando en crisis. Cosa que no me sucedía desde hace tiempo.

Young and beautiful •|Roger Taylor y ______|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora