CAPÍTULO 28

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Las acciones de las personas me dirán todo lo que necesito saber de ellas, sin embargo, la verdad de una persona no está en sus palabras, sino en sus actos

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Las acciones de las personas me dirán todo lo que necesito saber de ellas, sin embargo, la verdad de una persona no está en sus palabras, sino en sus actos. Y Roger se ha encargado de hacérmelo saber.

Me agradan las personas que dicen lo que piensan, y Rodrigo no es la excepción, desde aquella conversación que tuve con él comencé a darme cuenta que tal vez debía de alejarme de Roger, pues no quisiera que me arrepintiera más adelante por no haberlo hecho a tiempo. Las palabras de Rodrigo estaban presentes en mí, por un momento quería soltarme a llorar y contarle lo que sucedía. Decirle quién es en realidad el hombre del cuál comienza a despertar en mí cierta inquietud, desde hace tiempo que no sentía esto.

No sé qué sucede conmigo, desde hace tiempo que ningún hombre me acaricia el alma como lo hace el señor Taylor. En estos días mi mente no ha descansado, siempre está presente aquella tormenta que lleva por nombre, ¿qué sucederá cuando nos descubran? La verdad tarde o temprano siempre sale a la luz. Y es que la verdad no mancha los labios de quien la dice, sino de quien la guarda, y mi conciencia no seguirá estando tranquila después de esto.

Hoy era inicio de semana y las clases habían finalizado, estaba saliendo de la universidad en compañía de Lola, para posteriormente ir a ver a Mary, la diseñadora de vestidos y amiga de Freddie. Estoy emocionada por portar uno de sus vestidos, todavía no los he visto, pero pienso que realmente son hermosos, sé que llegará demasiado lejos como diseñadora. Además de que cuenta con un gran amigo, Freddie.

Mientras caminábamos por los pasillos de la universidad, comencé a sacarle cierta información a Lola, desde el viernes no nos hemos comunicado y quería saber cómo seguía Roger y desde luego, saber si ella no sospechaba nada.

—¿Cómo sigue tu papá? —pregunté con naturalidad. Mi cinismo no tiene límites.

—Pues... —soltó un suspiro—. Dentro de lo cabe, se encuentra bien.

—¿Cómo sigue su mano? —volví a preguntar, mientras atravesamos el campus para llegar al portón principal de la universidad.

—Los cortes que se hizo por fortuna no fueron muy profundos, pero... —se giró y se volteó a verme—. Al día siguiente noté que traía el otro puño dañado.

Mi respiración se quería detener, mi mente voló a esa noche en la que se molestó porque le dije que esto tendría que llegar a su fin, sin embargo, debía actuar lo más normal posible. Presté toda mi atención hacia ella y actué con naturalidad.

—Tal vez se lo hizo esa misma noche y no lo notaste —dije. No quería levantar sospechas.

—Lo dudo —expresó segura.

—¿Ya saben el motivo por el cual se puso así? —pregunté, cambiando de tema. Espero y Roger haya inventado una buena excusa.

—Te seré sincera... nunca lo había visto actuar de esa manera —dijo, con mucha rareza. La expresión de asombro de Lola me dio a entender que Roger jamás se había comportado de tal manera.

—Me dijo que se molestó porque esa noche recibió la noticia de que uno de sus socios se deslindaba totalmente del corporativo —pausó para tomar un respiro—. Era uno de los socios mayoritarios y prefirió irse con la competencia.

Young and beautiful •|Roger Taylor y ______|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora