CAPÍTULO 30

744 47 288
                                    

No se trataba de rabia, ni de resentimiento, mucho menos de odio; lo mío era cuestión de decepción por andar siempre esperando lo que yo estaría dispuesta a dar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No se trataba de rabia, ni de resentimiento, mucho menos de odio; lo mío era cuestión de decepción por andar siempre esperando lo que yo estaría dispuesta a dar. Siempre lo supe desde un inicio, supe que jamás llegaríamos a formalizar algo, pero jamás perdía esa esperanza. Pero ahora todo estaba demasiado claro.

Me sentía como si estuviera esperando algo que no va a suceder, fui una incrédula al no querer darme cuenta, pero sé que tarde o temprano esto iba suceder. Pero nunca me llegué a imaginar cuánto llegaría a dolerme.

Malditas y estúpidas ilusiones, éstas tienen dos fases, la primera te ponen feliz y te imaginas miles y millones de posibilidades hermosas, y la segunda fase, esa siempre es la peor, es la que te destroza y te vuelve a la realidad, hace que esté peor que antes.

Las lágrimas son el grito de tristeza de un corazón apenado, y efectivamente, mi corazón se sentía demasiado apenado y entristecido por haber confundido demasiado las cosas. Nada es tan difícil como engañarse a uno mismo.

Todos sabemos como se ven nuestros ojos antes de romper a llorar, mi vista fue nublada por las ya acumuladas lágrimas por tan encolerizada escena. Sólo bastó para que cerrara los ojos y mis rebeldes lágrimas brotaron sin parar.

Mi cuerpo se había quedado inmóvil al ver esa desgarradora escena, el ver como Roger y Brynne se besaban como si no hubiera mañana, y lo que más me dolió fue que él no hizo nada para quitarla de encima, sino todo lo contrario. Parecía disfrutar de la situación a tal grado de tomarla entre sus brazos de la misma que lo hace conmigo.

Las ardientes lágrimas fluían sin parar, a veces las personas lloramos no porque seamos débiles, sino porque llevábamos mucho tiempo siendo fuertes en la lucha constante de nuestras voces internas, de nuestros monstruos y fantasmas que nos atormentan en esa tempestad interna.

Elevé mi mano izquierda para limpiar las gotas saladas que salían de mis ojos. En mi mente pasaban miles de pensamientos e ideas que nunca se me hubieran ocurrido. Definitivamente ya no quería seguir viendo esa escena, permanecí unos segundos más contemplando y viendo como se disfrutaban, solté un pequeño suspiro y con los ojos cerrados me di la vuelta para salir corriendo de las caballerizas.

Estaba a punto de dar un paso para marcharme definitivamente de ahí, cuando aquellas palabras articuladas por Brynne me dejaron helada, ahí fue cuando me di cuenta que todo estaba perdido, todo había acabado y tal vez para siempre.

—Estoy enamorada de ti —comentó.

Hay palabras que no son balas, pero duelen demasiado. En efecto, sus palabras taladraron lo más profundo de mi ser, en ese momento una parte de mi mundo se vino abajo. Ella fue lo suficientemente valiente para poder decirle lo que sentía, lo que sus poros transmitían desde la primera vez que la conocí. En cambio yo, yo jamás me atrevería a decirle eso, por que todavía no me siento segura de mis emociones hacia él, no sé qué es lo que en realidad siento, por otra parte, también tengo miedo a que me rechace, sé perfectamente que un hombre como él no cree más en el amor, digo, por algo ha pasado 18 años de su vida sin tener una compañía femenina.

Young and beautiful •|Roger Taylor y ______|•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora