Estaba en mi pieza leyendo una novela súper wena en Wattpad. Justo iba a llegar a la parte en la que la protagonista confesaba que estaba embarazá, cuando la puerta de mi pieza se abrió. Solté un grito por el susto y me agarré el corazón
-¡Nacha! -la reté-. Me asustaste. ¿Qué estai haciendo aquí?
-Traje esto-me mostró su cajita de maquillaje-. Y estos disfraces.
-¿Disfraces?
-Sí po. Hoy día es Halloween.
-Nica voy a salir a pedir dulces. Estamos muy viejas. No nos van a dar.
-Si salimos con una pendeja sí nos darán.
-Consigue una pendeja y después hablamos-le dije y volví a leer la novela.
-¡La Sofi po! Pa que la acompañemos con el Alonso.
-¿Va a ir el Alonso?
-Sí po.
-¿Se va a disfrazar?
-Dijo que se iba a disfrazar de Barnie.
Me reí.
-Yo no voy a ir-dije firme.
-¿Y vo creí que vine hasta acá con los disfraces para nada? No po. Vamos a salir igual, así que elige entre el disfraz de bruja, de hada o de princesa.
-Voy a usar el disfraz de Lidia.
-¡Ya po! -se tiró a mi cama.
-¡Qué perso!
-Te maquillo bien maquillá y nadie te va a cachar-me guiñó un ojo.
-Prefiero disfrazarme de enfermera sexy-hice un puchero.
-Qué maraca-susurró-. Estos disfraces que traje son la cueca. Elige uno.
-Mi mamá no me...
-¡Ya le pedí permiso! -me interrumpió-.Te dejó salir a pedir dulces y después ir al carrete de la Maca.
-No quería ir al carrete de esa hueona.
La Maca me caía como el hoyo. Era fea, tenía care caballo. Además era copuchenta y manipuladora, pero decían que hacía wenos carretes.
-Vamos a ir igual.
-Si tuviera un disfraz de enfermera sexy todo sería más fácil.
-Córtala. El de princesa te va a quedar perfect. Toma-me lo tiró en la cara-. Anda a ponértelo al baño. Después te voy a maquillar. ¡Rápido! Son las ocho.
Siempre terminaba haciéndole caso a la hueona. Yo solo quería leer la parte en la que la maraca de la protagonista de la novela le decía a su andante que estaba embarazá de él
Me veía más ridícula que la conchesumare con el disfraz de princesa. La hueá era muy rosá. Parecía pendeja de 10 años.
Salí del baño prepará para que la Nacha se burlara de mí. Ella me miró con una mueca y después de echó a reír, tal y como lo había supuesto.-No pienso usar este disfraz. Préstame el del hada.
Mi mejora me tiró el disfraz y la hueá me pegó en la cara de nuevo.
-Ten más cuidao-le reclamé-. Es la segunda vez que me pegai.
-Sorry, tengo mucha risa y eso afecta mi puntería-dijo riéndose-. ¡Espera! Deja sacarte una foto con ese disfraz.
-¡Ni se te ocurra!
Corrí al baño pa que la Nacha no me sacara ni una foto y me puse el disfraz de hada. Si con el disfraz de princesa me veía ridícula, con el de hada me veía ridícula por mil. Las alas culiás de colores brillantes cagaban todo.
Salí del baño y la Nacha se rió más que denante.