Hard feelings |Draco Malfoy ||Cedric Diggory|

3.1 Scared, Malfoy?

A.

Amelia caminaba por las calles del Londres muggle en busca de la puerta negra que daba entrada al Caldero chorreante con sus padres siguiéndola detrás de ella.

-Por favor avísanos en cuanto llegues a Hogwarts- dijo su madre mientras le daba el pequeño monedero.- Aquí hay suficiente para comprar lo que necesitas y unas cuantas cosas más.- le guiño el ojo.

-Recuerda, si necesitas que vengamos por ti, solo... manda una carta.

-Prometo que lo haré- Amelia les juró mientras los abrazaba. - Cuiden a Roy.

Sin más, entró al local. Había quedado en pasar ahí con Leah y su madre los últimos días de vacaciones antes de entrar al nuevo año escolar.
Un poco de culpabilidad habitaba en su cuerpo; sentía como a poco se alejaba de su vida "normal" con sus padres. A pesar de estar con ellos el mayor tiempo de las vacaciones, no la habían ido a dejar a la estación desde su primer año. Y, aunque ellos entendían que debían dejarla ir poco a poco, ella no podía evitar sentirse mal.

Saludo a Tom, el dueño del lugar, mientras caminaba hacia la pared con ladrillos que daba hacía el callejón.
Cuando toco los ladrillos correspondientes, pudo ver a su mejor amiga con dos conos de helado en las manos.

-¡Amelia!- corrió hacia la pelirroja y le dio el mejor abrazo que pudo aún con los conos en las manos.- Te compre un barquillo de vainilla, creo que es tu favorito.

-Vaya, al parecer tienes buena memoria para otras cosas que no son escolares- rio y tomó el barquillo en sus manos- ¿Dónde está tu mamá?

-Si, sobre eso...- se rascó la nunca mientras caminaban por el largo callejón. Llegaron a la tienda de Artículos de Calidad para el Juego del Quidditch y observaron por la vitrina a la madre de Leah, a un costado de ella se encontraba ni más ni menos que Draco.

-¿Esto es una broma?- Amelia hizo un gesto de preocupación.

-Su madre fue compañera de casa y amiga de mi madre cuando estudiaban en Hogwarts, le mando una carta preguntando si podría traer a Malfoy a comprar sus útiles con nosotras.

Amelia rodó los ojos. Ella se había preparado mentalmente para ver al chico hasta el primero de Septiembre, y aunque faltaban pocos días, le hubiera gustado no verle el rostro hasta ese entonces.

-Ve el lado bueno- su amiga la trató de animar- los Weasley también se quedan en el Caldero Chorreante. George me dijo que compró cosas muy interesantes en Egipto.

-Eso es bueno para ti- dijo Amelia riendo- antes de que Malfoy venga acompáñame a comprar una nueva túnica, la del año pasado ya no me queda.

Viendo el lado positivos, Amelia pudo hacer la mayor parte de sus partes con Leah sin tener que soportar a Draco cerca, al parecer su madre sabía la enemistad entre ambos y había decidió acompañar al chico a hacer sus compras.
Tuvieron que verse frente a frente cuando asistieron a Flourish y Blotts para comprar sus libros.

Amelia trató de ser cortés con él y le dedicó una media sonrisa cuando lo vio entrar junto a la señora Sallow, Draco no se molestó en saludarla, le dedicó una mirada despectiva de pies a cabeza y pasó a su lado.

-Deberán esperar aquí un....buen tiempo- dijo el vendedor mientras suspiraba y se dirigía al mostrador en busca de sus libros. Amelia pudo observar la cara de resignación cuando le dijeron que necesitaban tres ejemplares de El monstruoso libro de los monstruos.

-Al parecer tus padres muggles puedes pagar todo esto, vaya sorpresa- dijo Draco mientras caminaba en dirección a Amelia que se encontraba viendo unos cuantos libros de un estante. A pesar de que su voz ya no era nada chillona como los años anteriores, seguía siendo terriblemente molesta.