5.13 Filch's offce

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A.

-Sólo un poco más, Brumby- Amelia escuchó a Fred susurrar a su lado- no le des el placer de verte llorar a esa cara de sapo.

Amelia sostenía la pluma con dificultad debido a que no paraba de temblar por el dolor que sentía, en su mano izquierda comenzaba a incrustarse la oración "No debo decir mentiras" cada que escribía sobre el blanco pergamino al cual le caían de vez en cuando pequeñas gotas de sangre.

Con los ojos llorosos, miró a su alrededor; todos los miembros del ejército de Dumbledore tenían la misma expresión de dolor en el rostro. Pudo notar como George acariciaba suavemente la pierna de Leah en busca de reconfortarla tras separar la pluma del pergamino con una expresión de dolor y su mano izquierda al rojo vivo.

Ahora entendía perfectamente como Harry se había hecho la cicatriz hace unos cuantos meses atrás.

Luego miró hacia al frente sólo para encontrarse con Dolores Umbridge, la cual tenía una sonrisa satisfecha en el rostro y tomaba delicadamente de su taza de té. Filch, parado a su costado, se veía completamente complacido de ver a los estudiantes sufriendo.

Aquella era su última sesión de castigo, por lo cual todo resultó ser aún más doloroso, incluso Zacharias Smith tenía una expresión de dolor puro, dando a entender que en cualquier momento podrían caer las lágrimas de sus ojos.

Cuando el reloj sonó, dando a indicar que la hora había llegado a su fin, Amelia soltó un suspiro de alivio mientras veía las últimas gotas de sangre salir de su mano. Todos se levantaron de sus asientos bastantes molestos y con caras pesadas.

-No sabes cuántas ganas tengo de golpearla- Ron le comentó cuando se encontraron en la puerta del gran comedor.

-Estoy segura que todos en esta sala tienen la misma idea- Amelia respondió mientras veía a Ron alejarse junto a Harry y Hermione

-Esto es horrible y completamente inhumano- Leah apareció junto con los Weasley con el rostro notoriamente enfadado.

-Ve el lado bueno; ahora todos tenemos una linda marca grupal- George bromeó mientras él y Fred tomaban asiento junto al par de chicas, las cuales se habían sentado en una de las bancas ubicadas en los pasillos.

-¿Cómo se supone que le diré a mis padres que una profesora me ha hecho una cicatriz tan grande?- se quejó Amelia mientras su mirada regresaba a la parte superior de su mano. Sintió como dos pequeñas lágrimas caían de sus ojos. Ella no estaba nada acostumbrada al dolor.

-Dudo que después de contarles que te colocaron bajo las profundidades del lago, chicos de 17 años peleando con Dragones y un profesor que en la parte trasera de su cabeza tenía al mago más temido del mundo mágico, la idea de que Umbridge te haya hecho esto no suena tan descabellada- Fred dijo mientras limpiaba las lágrimas del rostro de Amelia, la cual le dedicó una media sonrisa de agradecimiento.

En ese momento Umbridge salió del gran salón y su mirada se encontró con el cuarteto, a los cuales les dedicó una sonrisa burlona. Los cuatro la miraron con desagrado.

-¿Sabes George?- Fred comenzó a hablar aún con la mirada fija en Umbridge- siempre he creído que nuestro futuro esta mucho mas allá del desarrollo académico

-Fred, yo pienso exactamente lo mismo- George contestó en un susurro.

-Ustedes deberían estar ya en sus dormitorios- la pequeña y robusta profesora comenzó a acercarse a ellos- a menos que quieran ganarse una semana más de castigo- miró a Amelia y a Leah con superioridad- ¿Qué esperan para ir?

-Deben ser vigilados, profesora- se escuchó una voz masculina detrás de Umbridge- qué tal si intentan algo más.

La mirada de todos se enfocó en la figura que acababa de aparecer: Draco Malfoy estaba de pie con los brazos cruzados mientras los veía atentos. Amelia desvío la mirada.

Hard feelings |Draco Malfoy ||Cedric Diggory|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora