5.1 Good to be back

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A.

Para Amelia, las vacaciones habían sido reconfortantes y curativas. Sus padres le habían dado cuanto apoyo necesitara, nunca la dejaron sola. Hubo tres ocasiones en los que despertaba llorando a medio de la noche y, como si su madre lo supiera, ella se encontraba ya a un costado de la cama abrazando a su hija y  dándole una taza de té para tranquilizarla.

Leah pasó la mayor parte del último mes de vacaciones con ella y le fue bastante fascinante. Con el objetivo de distraerse , Amelia se había encargado de enseñarle cuanto pudo de las actividades que los muggles solían hacer de vez en cuando; fueron de compras, al cine e incluso a una fiesta de una amiga muggle que Amelia tenía desde los únicos años de educación muggle que recibió.  Lo que más e pareció interesante a Leah fueron los artefactos, pasaba gran parte de la tarde observando el televisor y analizando cada centímetro de él. Amelia batalló bastante con su amiga al verla usar tanto el Walkman hasta tal punto que solía ignorarla, y habían conseguido un par de Walkie Takies con el cual se comunicaban desde el cuarto de Amelia hasta la cocina cuando era tarde por la noche y bajaban por algún snack.
A pesar de que a Leah le pareció fascinante todo aquel mundo y como los muggles se las habían arreglado para vivir sin una pizca de magia, a Amelia ya no le parecía tan fascinante. Y con justa razón; después de tener como maestro un fantasma, ver un dragón en tus narices y utilizar simples encantos para peinar su cabello (con los utensilios muggles tardaba dos horas), la vida muggle le parecía aburrida y monótona.
Aunque, claro, ni siquiera mostrarle su vida entera la salvo del enojo de Leah cuando recibieron sus cartas de Hogwarts  y en el sobre de Amelia venía una pequeña insignia que tenía inscrita una P y el pequeño tejón grabado por detrás.

-Eso es completamente injusto, ¡Pasaré aún menos tiempo contigo!.- le había dicho Leah molesta aquella tarde.

El primero de Septiembre había llegado y con él un nuevo año en Hogwarts.
En la estación del tren se despidió de sus padres antes de ingresar al tren mientras Leah les daba las gracias por haberle permitido pasar las vacaciones con ellos. Tras entrar se encontró con los Weasley; George le brindó a Leah un caluroso abrazo y un pequeño beso en los labios. Amelia y Fred los veían atentos, mientras en el rostro de Amelia había una sonrisa tierna, en el de Fred había unas muecas de disgusto.

-¿Ya tienen vagón?.- miró George a Amelia

-Podrían sentarse con nosotros.- Fred les mostró el maletín que llevaba en las manos.- les podemos enseñar nuestras nuevas invenciones: orejas extensibles.

-Me encantaría.- dijo Amelia mirando con cierta repulsión el maletín.- pero debo ir al vagón de los prefectos.

-Oh, así que eres parte de los grandiosos prefectos.- mencionó George con ironía, a lo cual Leah le dio un leve codazo.

-Sólo están celosos porque ellos nunca lo fueron.- se apresuró a decir Leah.

-Por supuesto que no. Los prefectos sólo son unos buenos para nada.- Fred observó rápidamente la ceja levantada de Amelia.- sin ofender, Amelia.

-Bueno, los veré luego chicos.- Amelia se despidió con la mano y se dirigió al primer vagón del tren.

-No puede ser, ¿Cómo alguien como tú puede llegar a ser prefecta?.- la voz de Pansy Parkinson la recibió a penas abrió la puerta. Amelia cerró los ojos mientras suspiraba pesadamente.

A un lado de Pansy pudo ver a Draco Malfoy con la mirada fija en ella. Fue Amelia la cual desvió rápidamente la mirada.

Después de la pequeña conversación entre los dos chicos en el pasillo aquella noche, las cosas habían sido relativamente normales; él ignorándola mientras ella lo saludaba. Al menos agradeció que no la molestara ni tirara o escondiera sus cosas como los años pasados durante los últimos días del año escolar; ella y Luna Lovegood, una chica de Ravenclaw,  solían realizar una ardua búsqueda de todas sus cosas. El último día de clases, después del banquete de fin de año, ambos se despidieron no más allá de un simple "Que tengas buenas vacaciones" y una sonrisa de parte de ella, mientras que él solo le dijo "Igualmente" y le dio un leve golpe en el hombro.

Hard feelings |Draco Malfoy ||Cedric Diggory|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora