Hard feelings |Draco Malfoy ||Cedric Diggory|

3.9 Potion's Book

D.

Cuando Draco no se encontraba atemorizando a los de primer año o molestando a aquellos que iban en su curso, pasaba gran parte de su tiempo en la biblioteca.
Aún más cuando se trataba del final del trimestre. No podía creer que alguien tal como Hermione Granger le quitaba el puesto de mejor de la clase desde su primer año.
Aún le retumbaban las palabras que su padre le decía cada que la boleta de calificación llegaba a la mansión: "No puedo creer que una vil sangre sucia te gane." Le parecía completamente irracional que ella tuviera tan buenas notas; ambos eran los últimos en abandonar la biblioteca y en llegar al día siguiente, sus grandes bolsos estaban repletos de libros y de apuntes y, además, Granger pasaba gran parte del año metiéndose en aventuras con Potter y Weasley.
Al parecer, el no haber sido sangre pura la había llevado a estudiar lo más que pudo para llegar preparada a Hogwarts.

Y Draco no podía detestar más eso.

-Por quinta vez en el día, no he visto su libro de Pociones, señorita Brumby- Draco escuchó decir a la señora Pince.

Amelia Brumby se encontraba parada delante de ella con una mirada suplicante, acompañada de Cedric Diggory.

-¿Podría revisar? Quizás alguien lo encontró y vino a dejarlo creyendo que era un ejemplar de la biblioteca- dijo con cierta desesperación.

-Es la quinta vez que reviso los ejemplares que han traído, ni uno lleva su nombre- el tono de la señora Pince sonó enojado- le recomiendo que busque en otro lugar.

Draco observó como Amelia suspiraba y llevaba sus manos a su rostro, pasándolas con desesperación, Cedric la veía mientras le daba unas cuantas palmadas de consuelo en la espalda.

-Es el peor momento para perder un libro, ¡Y es de la materia que imparte Snape! Por Merlín, tendré que repetir año.

-Podemos buscar en la sala común de nuevo, quizás incluso los Weasley lo escondieron- trato de reconfortarla Cedric mientras ambos salían de la biblioteca.

-Malfoy- le susurró Crabbe- nosotros sabemos dónde esta el libro de Brumby- rio mientras miraba a Goyle- lo escondimos.- dijo con orgullo.

-¿Por qué le esconderían un tonto libro?- Draco los miró confundido- solo es un libro.

-Pero Snape la odia- dijo Goyle- si pierde su libro, no podrá estudiar para el examen, si no estudia, no pasará el examen y dejará de tomar clase con nosotros. Podremos librarnos de ver su sucio rostro.

-Buena esa, eh.-les dijo antes de regresar su vista hacia el pergamino que se encontraba escribiendo.

A pesar de que los dos grandulones rieron con orgullo delante de él, no le pareció gracioso en lo absoluto.
Amelia era la tercera mejor de la clase.
A Draco le gustaba saber que él era superior a ella incluso en eso, pero sabía cuánto le importaban las asignaturas; su nombre era el primero que observaba al ver la lista de espera de cada libro que él tenía en su poder, durante sus tiempos libres la observaba leer a pesar de no tener que hacerlo como tarea y, durante la clase de adivinación en las cuales se sentaba a su lado, pudo notar como escribía cada palabra que salía de la boca de la profesora Trelawney. Se preguntó qué pasaría si a él le escondieran algún libro importante como lo era el de pociones, estaría furioso.
Odiaba que Amelia fuera tan delicada y amable porque, si no fuera así, entraría a la biblioteca causando temor en lugar de al borde de las lágrimas junto a su noviecito dando lástima.

No era sorpresa de nadie que Draco odiara a Cedric porque él odiaba a todos. A pesar de que el chico era de sagre pura, Malfoy no podía evitar sentir cierto desprecio hacia él: el simple hecho de ser el buscador del equipo de Quidditch de su casa hacía que Draco lo despreciara. Además de que recientemente se encontraba en cualquier lugar a lado de Brumby, lo cual había hecho que Draco no pudiera molestarla como de costumbre. Y él disfrutaba molestarla.