Little talks

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A.

Tras soltar el mayor y más grande bostezo que había dado en toda su vida, Amelia suspiró mientras se rascaba los ojos que comenzaban a parecerle cansados. Leah, que se encontraba en la sala común de Gryffindor junto a George, antes de irse le había dicho que parecía gustarle el sufrimiento voluntario. Y de cierta forma tenía razón.

Amelia no se encontraba a las altas horas de la noche haciendo algún deber para alguna materia en específico o algo por el estilo. Primero había dedicado una hora a escribirle una carta a sus padres donde les contaba lo poco o mucho que estaba ocurriendo en Hogwarts desde su llegada así como cuanto esperaba las vacaciones navideñas para poder pasarlas junto a ellos. Después había adelantado unos cuantos deberes de Defensa Contra las Artes Oscuras y había decidido ser lo bastante buena amiga como para ayudar a Leah a adelantar los suyos. Qué clase de mejor amiga sería si no la ayudara para que pudiera pasar más tiempo con George.

Ahora se encontraba se encontraba leyendo unas cuantas páginas de La Historia de Hogwarts. Había comenzado a leerlo desde primer año. Pero había aplazado la lectura para dedicarse al 100% a sus deberes de años anteriores.

Estiró los brazos y cerró los ojos unos segundos tratando de relajarse. Quería terminar de leer aquel capítulo antes de poder dirigirse a su dormitorio.

-Me temo que debo restarte puntos por seguir despierta a altas horas de la noche- Amelia abrió los ojos y se encontró con Cedric mirándola. En sus manos llevaba dos tazas traídas de la cocina y una sonrisa pintada en el rostro. Amelia le sonrió mientras este se sentaba a su lado.- ¿Deberes?

-En realidad no- negó con la cabeza- quiero terminar de leerlo- señaló con su mirada el libro delante de ella- llevo aplazándolo dos años.

-En tu defensa puedes decir que los primeros años suelen ser completamente absorbentes- rio- toma, pensé que querrías un poco de té- le ofreció una de las tazas la cual Amelia tomo.

-¿Disfrutas tu nueva posición de poder?- Amelia señaló la insignia de prefecto que se lucía en la túnica de Cedric.
Había sido nombrado prefecto de la casa desde el inicio del año escolar. Aunque Amelia disfrutaba verlo con los pequeños de primer año, debía admitir que le molestaba no poder pasar tiempo con él como solían hacerlo. Ahora en sus tiempos libres él patrullaba los pasillos. Y entre eso y el Quidditch no había manera de poder llamar su atención sin que Amelia sintiera que lo distraía de sus deberes.

Cedric rio y dio un sorbo a su taza de té.

-Debo admitir que lo disfruto demasiado- asintió con la cabeza- y el baño de prefectos es completamente magnífico. Mejor que las duchas de aquí. Algún día deberías ir a probarlas- Amelia sintió como el carmesí se expandía por su rostro. Cedric lo notó- quiero decir, podría darte la contraseña y que fueras tú sola o con Leah.

-Claro- asintió con la cabeza mientras bajaba la mirada.

Un silencio se formó entre ambos.

-Una lástima que Leah no haya ingresado al equipo de Quidditch, ¿no es así?- preguntó Amelia tratando de cambiar el tema.

-En teoría, entró al equipo- Cedric pareció agradecer el cambio de conversación.- solo es suplente.

-¿Puedo preguntar por qué no la elegiste como jugadora principal?

Además de ser nombrado prefecto, Cedric también había sido nombrado capitán después de que el anterior se hubiera graduado de Hogwarts.  Si había algo para lo cual Cedric no fuera bueno, Amelia lo desconocía por completo.

-Es bastante buena- admitió- solo creo que quizás le hace falta un poco más de...trabajo en equipo- hizo una mueca- quiere hacer todas las jugadas ella sola. Y en Quidditch eso no funciona para nada.- Amelia asintió con la cabeza- quizás durante las prácticas pueda desarrollar esa habilidad de compañerismo.

Hard feelings |Draco Malfoy ||Cedric Diggory|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora