Hard feelings |Draco Malfoy ||Cedric Diggory|

3. 8 Homework and more homework

A.

Tal como si Cedric fuera un gran adivino, al llegar las vacaciones de semana santa, los de tercer grado podían nadar en el mar de grandes deberes que tenían; mientras Amelia trataba de salvarse ocupando cada minuto libre que tuviera en realizar sus trabajos, su amiga Leah fingía undirse mientras se deslizaba debajo de la mesa y emitía un gran quejido.

La tensión y estrés era tal entre los alumnos, que Amelia le había gritado al pequeño Colin Creevery cuando este le tomó una foto en la biblioteca, argumentando que se la mandaría a sus padres mostrando como también ellos pasaban tiempos rudos en la escuela.

Con pesar, las chicas no habían interactuado con sus amigos; Leah no había podido pasar tiempo con los gemelos, y Amelia sólo solía saludar a Cedric en la sala común mientras tenía apilados veinte libros al rededor de ella. Por lo menos sabía que lo estaba pasando mejor que Hermione; seguía sin hablarle a sus amigos, algunas veces solía sentarse con Amelia y Leah en la biblioteca mientras les contaba lo estresada que se sentía al estar ayudando a Hagrid respecto el caso de Buckbeat y realizar los miles de trabajos de todas las materias que tomaba que ,aunque dejó de tomar adivinación, seguían sobrepasando el límite que cualquier niño de 13 u 14 años podía cargar. Durante una de esas sesiones de estudio Amelia tuvo que ayudar a reescribir un pergamino suyo que se había llenado de pequeñas lágrimas que caían de sus ojos.

Para el colmo de Brumby, la profesora Trelawney era de las que más trabajo les había dejado, lo cual indicaba pasar largos ratos con Draco Malfoy en la biblioteca elaborándolos.

-Quisiera pensar que estás haciendo todo bien- dijo Draco mientras dejaba sus libros y pluma en la mesa donde se encontraba Amelia.

-Si tanto te preocupara no deberías llegar tarde.- le contesto la ojerosa chica mientras comía una paleta de caramelo esperando que eso la ayudara a mantenerse despierta.

-Debo asistir a mis entrenamientos de Quidditch, si fueras un poco más lista podrías entenderlo- dijo obvio, ella solo suspiró y siguió escribiendo sobre el pergamino- ¿Qué se supone que debemos hacer?

-Un pergamino y medio sobre la importancia de saber leer la mano- abrió el libro frente a ella- el tema está en las páginas 114 a 117 del libro- de repente sintió un ardor incontrolable en su boca, se sacó la paleta mientras con la mano echaba aire en su dirección- creo que tomé el sabor equivocado.

Draco soltó una carcajada tan sonora que la señora Prince soltó un largo "Shhhh" en dirección a Draco.

-Cada día me sorprende más lo tonta que puedes ser- Amelia lo miró mal- debes ser una exagerada.

Antes de poder quejarse sobre los comentarios, este le arrebató la paleta mientras se la metía rápidamente en la boca.

-Te dije que eras una exagerada, esto sabe exactamente a cereza, aunque no me sorprende que seas tan débil...- antes de continuar hablando, comenzó a sentir el mismo ardor, parecía que le daban pequeños pellizcos en la lengua. Rápidamente corrió hacia su mochila y sacó el jugo de calabaza que guardaba en él, de un solo sorbo lo bebió todo. Amelia contenía la risa- todo esto fue tu culpa, no deberías burlarte.

-Sabes que acabas de comer la misma paleta que yo, ¿no?- Draco abrió los ojos grandemente- ten cuidado, no vaya a contagiarte de alguna enfermedad que puedan tener los de mi especie- susurró tratando de asustar al chico.

Amelia lo observó; su rostro pálido ahora estaba rojo, tensó la mandíbula y apretó los puños. Por un instante, se asustó preguntándose si era posible que alguien explotara de ira y qué haría ella si eso llegara a pasar.

-Te vas a arrepentir de eso- dijo Draco mientras tomaba su bolso y recogía sus libros- harás toda la tarea que Trelawney nos ha dejado sola.

Sin más, vio a Draco dirigirse hacia la salida de biblioteca, podría jurar haber visto humo salir de sus orejas. Rio para sí misma y siguió escribiendo sobre su pergamino; lo que él no sabía era que había tardado tanto en llegar, que ya había concluido todos los deberes.