7.13 The Battle of Hogwarts

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A.

La mirada de Amelia, como la de todos, se encontraba fija arriba de ella; miraba el cielo y como diversos hechizos atacaban el gran escudo que junto a los profesores habían construido. Sintió como la mano de Leah tomaba la suya con fuerza.

-Si morimos...

-No vamos a morir Leah- trató de convencerla.

-Si morimos- repitió- quiero que sepas que fuiste la mejor amiga que pude tener- sonrió de lado.

-¿Qué te parece si mejor dejamos el discurso para el día de nuestras bodas?- la miró- al menos así tenemos un propósito para salir con vida de esto.

Leah asintió y siguió observando como los hechizos impactaban uno tras otro.

-¿Estás bien, Freddie?- escuchó a George preguntar a su hermano.

Amelia miró hacia ellos; ambos mantenían la boca entre abierta y los rayos de luz azulados hacían lucir sus rostros pálidos.

-Si- respondió Fred aún con la mirada fija en el cielo.

-Yo también- George le dedicó una sonrisa mientras daba un codazo amigable a su hermano.

-Vamos a estar bien- dijo Amelia hacia sus amigos en casi un susurro.

Siempre pensó que en las pesadillas solo se encontraban monstruos o criaturas completamente atemorizantes. Sin embargo, en aquel momento descubrió una nueva: ver al escudo caer en pedazos. Y lo peor de todo es que se estaba cumpliendo.

A penas dos o tres pedazos cayeron frente a ella, se escucharon los gritos sonoros de los mortífagos y carroñeros irrumpir en Hogwarts. Fred, George, Leah y Amelia bajaron de donde se encontraban a toda velocidad y se adentraron en el vestíbulo del castillo; rayos verdes y rojizos volaban de un lugar a otro rozándoles los rostros a los diversos alumnos que se encontraban luchando.  Los mortífagos no tardaron en lanzarle maldiciones a ellos, quienes las esquivaban lo más que podían. Fred, George y Leah se encargaban de contraatacar mientras Amelia bsucaban con la mirada a todos sus amigos y a Draco. Fue entonces cuando su mirada se encontró con Hannah Abott, quien mantenía un duelo muy reñido con un mortífago que Amelia no pudo identificar.

-¡Desmaius!- dijo mientras empuñaba su varita y la apuntaba hacia el mortífago el cual, segundos después, cayó al suelo. Hannah le agradeció con un gesto el cual rápidamente cambió a uno de preocupación.

-¡Amelia, detrás de ti!- gritó.

Amelia no tuvo tiempo de reaccionar. Un mortífago ya se había lanzado encima de ella y trataba de inmovilizarla en el suelo; con una mano sostenía juntas ambas manos de Amelia sobre su cabeza, mientras que con la otra apuntaba directo a su pecho.

-Quiero ser yo quien mate a la sangre sucia novia de Malfoy- espetó con disgusto.

Pero entonces su semblante cambió; vio sus ojos abrirse y perder cualquier expresión, de sus labios se había borrado la sonrisa que tenía. De un momento a otro, este cayó encima de Amelia. Estaba muerto.

Ella lo empujó con fuerza alejándolo de su cuerpo. Busco con la mirada en busca de su salvador; vio a Draco desde el final de las escaleras apuntando con su varita hacia ambos. Iba caminando hacia a él, no estaba dispuesto a perderlo de vista y arriesgarse que aquella fuera la última vez que lo viera. Pero a medio camino se encontró con Madame Pomfrey sentada en un escalón ayudando a curar a un estudiante de Ravenclaw que miraba con dolor hacia su brazo. Miró de nuevo en busca de Draco, pero él ya había desaparecido. Sin dudarlo ni un minuto, se acercó a la enfermera preguntándole si necesitaba ayuda.

Pasó una gran parte de su tiempo ayudando a sanar personas heridas y cuidando que nadie atacara hacia la señora Pomfrey.

-Anda, querida. Ve y lucha- le pidió ella- he podido con todos los alumnos de Hogwarts desde hace innumerables años.

Hard feelings |Draco Malfoy ||Cedric Diggory|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora