3.5 Muggle life

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D.

Las vacaciones de navidad habían llegado. Draco se encontraba recostado en la cama de su habitación mientras se encontraba pensativo viendo el techo de su habitación. Seguía teniendo en su mente el comentario que Amelia le había dicho en la enfermería aquella vez después de la clase de Hagrid. "Nunca te haz tomado el tiempo de conocerme". Frunció el ceño. Él pensaba que si la conocía; tomaba las clases de adivinación con ella y había hecho sus compras junto a ella (y Leah) para su nuevo año escolar, eso era algo, ¿No?.

Además, no necesitaba ser su mejor amigo para saber el tipo de persona que era; una de esas chicas que se creen de buen corazón, que finge ser comprensiva y trata de llevarse con todos.
Quizás por eso sentía que todo el mundo debía de estar agradecido con ella, tratarla bien y darle mil cumplidos. Él no estaba dispuesto a caer en esas tonterías.

Puede que fuera por el aburrimiento, pero el pensamiento comenzó a molestarlo al no poder sacarlo de su mente y, como si fuera una locura, un pequeño deseo de poder acercarse a ella y conocerla un poco más nació.
En cuanto se dio cuenta de sus pensamientos, hizo una cara de disgusto y negó con la cabeza. Además, sería completamente extraño y descabellado que mostrara interés en ella al regresar a Hogwarts.

Y como si se tratara de una idea brillante, se le ocurrió espiarla.

Por supuesto que todo iba a ser con fines experimentales, de verdad quería saber por qué todo mundo estaba encantado con ella, qué la hacía tan especial.

Dudoso y con los nervios invadiéndolo hasta la punta de los pies, se levantó de la cama y se dirigió a su armario, donde tomó un suéter negro de cuello alto y unos botines. Salió de su habitación cuidadoso de que nadie pudiera escuchar sus pasos y caminó discretamente hasta ingresar a la oficina de su padre. Esta era demasiado grande y, si de por si en la mansión no entraba suficiente luz, ahí parecía un enorme cuarto oscuro con largas cortinas cubriendo los ventanales.

-Lumos-susurró y de su varita surgió una pequeña luz, lo cual lo ayudó a observar mejor.

Sabía que entre los archivos (que su padre no debería tener) se encontraba el listado de cada alumno de Hogwarts y su dirección. Dumbledore tenía ese listado por cualquier emergencia o situación que pudiera presentarse, y aunque Draco quería saber el por qué su padre tenía ese listado en su poder, prefirió vivir con la duda. El nombre de Amelia no fue difícil de encontrar, se encontraba al principio de la lista.

Tratando de recordar la dirección dejó la carpeta dentro del cajón de donde lo tomo y se dirigió hacia la chimenea. Agarró unos cuantos polvos flu y un puñado lo guardo en el bolsillo de su pantalón.

-125 Simcoe Rode, Bradford- dijo temeroso mientras sentía su cuerpo ser transportado.

De repente, sintió su espalda tocar el frío suelo, mientras abría y cerraba los ojos limpiándose el polvo de chimenea que había en su rostro, se fue levantando. Se encontraba una sala de estar muy parecida a la que solían mostrar sus libros de estudios muggles; había tres grandes sofás frente la chimenea, las paredes eran blancas y contrario a su mansión, por las ventanas entraba demasiada luz. Cuando se volteó pudo ver sobre la chimenea fotos de una pequeña niña de cabello pelirrojo sonriendo, abrazando un perro e incluso una donde se encontraba disfrazada de, lo que el logró identificar, un pequeño pato. Le sorprendió que estas no se movieran como las que se encontraban en su mansión.

Antes de que pudiera tomar la foto en sus manos, escuchó pasos provenientes de unas escaleras. Su mirada se encontró con una alacena que se encontraba a un lado de la cocina, sin pensarlo dos veces, corrió y decidió esconderse ahí.

-Amelia, querida, llegamos en unas cuantas horas- se escuchó una voz femenina, supo que no era la de ella ya que sonaba mayor.

-Si madre- por un pequeño hueco que había en la puerta, pudo ver a Amelia y como la señora se acercaba a darle un beso en la mejilla, el rubio rodó sus ojos.

Hard feelings |Draco Malfoy ||Cedric Diggory|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora