6.10 Us in the middle of rumors

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A.

-Vuelve a mirarla así y no me arrepentiré de ir a Azkaban por lanzarte una maldición imperdonable- Leah apuntó con su varita hacia una chica uniformada de Gryffindor mientras salían del baño de chicas.- Por Merlín Amelia, es como si fueras quién-no-debe-ser-nombrado.

Los rumores de Amelia saliendo con Draco se expandieron por Cormac a una velocidad que parecía casi irreal y todos mostraban diferentes posturas. Aunque a Amelia la que más le consternó fue principalmente una: Pansy Parkinson no había emitido ni una sola burla o un chiste molesto respecto a la situación, es más; cuando Daphne Greengrass trató de decir algo al pasar a un lado de la mesa de Hufflepuff, Pasny se encargó de mirarla amenazadoramente, haciendo que Greengrass rodara los ojos y siguiera su camino. Era como si ambas hubieran hecho las paces, aunque Amelia sabía que Parkinson lo hacía por Draco.

Si Amelia antes no se llevaba tanto con Harry y Ron, en aquel momento parecían desconocidos. La miraban con rabia pura en los ojos cada que se la encontraban por los pasillos o en clases. Los entendía perfectamente: Draco Malfoy había sido su peor enemigo desde el primer día, por supuesto que no les parecería agradable saber que su amiga era pareja de su némesis.

Hermione, por su parte, la miraba con cierta decepción y enojo. Amelia supuso que, después de tantos años de amistad, Granger había tomado a mal el que ella no dijera ni una sola palabra respecto a como se sentía por el príncipe de Slytherin.

Todo era un completo y terrorífico caos. Una gran parte de chicas la miraban con sorpresa, otras cuantas con repudio y envidia. El hecho de que Draco saliera antes del ala de enfermería tampoco ayudó demasiado. No podían pasar por el mismo pasillo sin escuchar susurros e incluso en clases sentían las miradas curiosas de sus compañeros ir de un lado a otro. Sin embargo, Malfoy se mostraba aún más distante que como lo había sido anteriormente. No le dedicaba ni una sola mirada a Amelia, ni en clases, ni durante las cenas. Nada. Ni siquiera pasaban las noches juntos como antes y a Amelia la carcomía la idea de Draco despertándose por una pesadilla sin que ella estuviera cerca de él.

El único apoyo con el cual contaba Amelia en esos momentos era Leah, como siempre lo había sido. Fred y George se encargaron de mandarle una carta mencionando 100 razones por las cuales no debería de importar que Ron le dejara de hablar ya que era, en sus opiniones, un completo cabeza hueca. Y, para sorpresa de Brumby, Neville también había mostrado su interés en demostrar su incondicional apoyo: pasaba gran cantidad de horas junto a Amelia distrayéndola de los malos comentarios que sonaban a su alrededor y la ayudaba a mejorar sus notas de Herbología, que en esos momentos se encontraban drásticamente bajas.

-¿Sabes que es lo que más me enoja de todo esta situación?- volvió a hablar Leah- que el estúpido de Malfoy no tiene las agallas para defenderte. Se pavonea por los pasillos ignorando todos los comentarios que dicen a su alrededor.

-Vamos, Leah- Amelia suspiró- debe tener una razón justificada.

-Oh, creo que ya la sé- hizo una mueca pensativa- ¡Porque es un gallina!

A la vez que tomaban asiento en un pequeño banco del patio, Amelia suspiró mientras cubría con sus manos su rostro.

-Quiero desaparecer de Hogwarts y regresar cuando el tonto rumor haya pasado de moda.

-Yo te dije que la mejor idea era salirnos de la escuela y entrar a trabajar junto a los gemelos. Pero, por supuesto, tú me contradijiste- Leah bufó.- aún podemos, ¿Sabes?

-Mi madre no estará muy de acuerdo en que deje la escuela- rio mientras quitaba sus manos y daba un gran respiro.

-Hola chicas- Neville se acercó al par con una pequeña sonrisa de lado dibujada en su rostro.

Hard feelings |Draco Malfoy ||Cedric Diggory|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora