Hard feelings |Draco Malfoy ||Cedric Diggory|

6.9 For enemies...

D.

Draco mantenía la mirada fija en su pupitre mientras la voz del profesor sonaba de fondo. En realidad no tenía ni la menor idea sobre lo que estaban viendo en clase desde hace ya un par de meses. Aquello se había reflejado en sus notas; en todos sus años en Hogwarts nunca habían sido tan bajas como en aquel momento.

-Señorita Brumby- al escuchar al profesor Snape, levantó la mirada rápidamente- ¿Le parece que este salón es un dormitorio?

Amelia miró al profesor y desvió rápidamente la mirada, probablemente avergonzada.

-No, profesor.

-Entonces no debería estar tomando siestas aquí- la miró con detenimiento durante unos cuantos segundos- 15 puntos menos a Hufflepuff.

Pudo notar a Leah sentada a un lado de Amelia, lo miraba mientras levantaba las cejas y negaba con la cabeza.

Malfoy sabía perfectamente la razón del mal dormir de Amelia: él.

Desde aquella noche en el baño de prefectos ambos habían vuelto a pasar las noches juntos. Ni siquiera intercambiaban una sola palabra: a pesar de que Amelia gustaba de contarle sus días a Draco, no esperaba una respuesta de su parte y él apreciaba demasiado aquello. ¿Cómo iba a atreverse a decirle que pasó toda la tarde tratando de meter mortífagos en el colegio?.

Amelia nunca le dijo a Draco algo respecto a la marca tenebrosa porque simplemente Draco nunca se lo preguntó; temía la respuesta más que cualquier cosa. Era absurdo pensar que la respuesta podría ser diferente a la que él se imaginaba. Brumby nunca apoyaría aquellos ideales que, hasta hace poco, a Draco comenzaron a parecerle terribles. Sin embargo, ahí estaba ella todas las noches despierta para abrazarlo cada que una pesadilla invadiera su mente. La mayoría de ellas era él fallando la misión y Voldemort haciendo que presenciara la muerte de sus padres para después matarlo a él. No le preocupaba Amelia. Tenía perfectamente oculto sus sentimientos por ella, en realidad, se había vuelto tan bueno en Oclumancia para poder esconder el más mínimo recuerdo o pensamiento de Amelia por temor a que tomaran represalias.

Pum, Pum, Pum.

El sonido del caro zapato de Draco golpetear contra el suelo rompía el armónico silencio que, hasta ese momento, se había formado en el aula mientras todos leían los capítulos de sus libros.

Odiaba sentirse tan dependiente a algo, o mejor dicho, a alguien. La miraba con sigilo cuando Snape no lo observaba. Aún no podía creer que alguien como ella hubiera decidido por voluntad propia seguir con él. Ni siquiera sabía si habían vuelto a ser pareja, pero a Draco aquello le importaba un comino. El saber que lo apoyaba a pesar de todo era mejor que cualquier relación amorosa.

Pum, Pum, Pum.

"Es muy buena para mí". Pensó.

Pero aquello ya lo sabía desde su cuarto año, quizás incluso desde el tercero. No podía creer que le hubiera hecho la vida imposible, ¡Por Merlín! solo tenían 11 años.

-¿Quieres callarte?- Pansy volteó abruptamente hacia Draco, quejándose por el sonido de sus zapatos.

-Métete en tus asuntos- dijo con desdén.

Pansy lo miró de arriba a abajo y regresó su vista hacia la lectura de su libro.

El sonido continuó mientras miles de ideas iban llegando poco a poco a la mente de Draco.

Pum, Pum, Pum

¿Sería Voldemort verdaderamente capaz de matar a su familia, incluso después de tantos años durante los cuales su padre había servido fielmente a él?. Le gustaba pensar que no. Aunque el hecho de que hubiera matado a un simple chico de 17 años que se encontraba en el lugar erróneo, hacia a Draco perder toda esperanza.