La Nerd y El Popular [Zelo | B.A.P ] »Dos Temporadas«

Titanic en tierra firme

ZELO POV.

—Simio, tengo un mal presentimiento—susurró _____ mientras se abrochaba hasta el último botón de su abrigo.

—¿Qué cosa podría salir mal en un viaje tan planeado como este?

—Lo mismo dijiste el año anterior y casi te come una tríbu en el bosque.

—¿Eres un amuleto que detecta la mala suerte o qué?—me burlé y me retracté apenas ví su cara de pocos amigos—Está bien, no hay de que preocuparse. Todo saldrá bien—la pegué a mi pecho y ella se aferró con fuerza a mí...como si no nos fuesemos a volver a ver—¿Por qué estás tan melancólica?

—¿Sabes que con esta excursión se da fin al semestre, Cierto?—me preguntó con los ojos aguados.

—¿Y eso qué?—respondí sin importancia mientras la seguía aprisionando en un abrazo.

—Me tengo que ir después de esto, idiota.

Y en ese momento los recuerdos volvieron a invadir mi mente. Había olvidado por completo que ella tenía que marcharse y que no volvería en al menos dos años.

—Vamos a disfrutar esto como si fuese nuestra despedida. ¿Está bien?—le respondí con las palabras más cargadas en optimismo que pude soltar en ese momento, pero realmente sonó como si quisiese largarme a llorar como un bebé.

—No quiero que lo tomes como una despedida, Jun Hong. Será más bien como un nuevo comienzo—habló para volver a abrazarme.

—Nunca he entendido ninguna de tus metáforas.

—Ay, eres realmente como un simio—bromeó mientras se alejaba un poco de mí—Me refiero a que será el comienzo de nuestro nuevo estilo de relación. Que podremos o Reforzar o quebrantar nuestros lazos con la distancia. Es como la decisión final para hacer esto lo más serio posible. ¿Me entiendes ahora o te lo explico con dibujitos?—espetó de manera sarcástica.

—¿Podríamos pasar a los dibujitos?—bromeé y ella me soltó por completo para intentar largarse del lugar, completamente fastidiada—¿Donde crees que vas?—exclamé tornando mi voz más seria mientras la tomaba del brazo.

—Estás tomándome el pelo mientras yo te hablo lo que siento, Jun Hong. 

—Solo era una broma. Quiero alivianar con bromas aquella preocupación que tengo porque te vas, ¿Comprendes?. No eres la única persona que sufre.

—Yo no te veo sufriendo—susurró mientras hacía un pequeño puchero.

—¿Quieres que llore?

—Está bien—bromeó ella esta vez, para luego saltar nuevamente a mis brazos—No sabes cuanto te adoro, estúpido.

—También te adoro, idiota—susurré mientras ella se ponía de puntitas y yo me inclinada algunos centímetros hacia abajo para alcanzar sus labios. Esos suaves labios que eran sinceramente mi perdición.