La Nerd y El Popular [Zelo | B.A.P ] »Dos Temporadas«

La venganza del simio apodado ''Zelo''.

—Vamos hijo, saluda a Nanhee, no te morderá—dijo mamá, mientras me daba un codazo en las costillas.

Claro. Seguro no me morderá.

—Hola Nanhee, mi nombre es Choi Jun Hong. Gusto en conocerte—le dije tomando su mano pero apretándola con fuerza.

—Hola, mi nombre es Sang Nanhee. Un gusto en conocerlo señor Jun Hong. Al verlo sé que eres un caballero que trata excelente a las mujeres. Seremos grandes amigos—sonrió con algo de ironía y yo rodé mis ojos.

—Se nota que no eres explosiva ni poco interesante. Podríamos ser amigos.

—Puedes enseñarle la casa. Así se conocen más—dijo mi madre.

—No...no hay problema—dijo ella, intentado volver a sentarse en el sofá—Puedo quedarme aquí tranqui...—la interrumpí.

—Vamos. No te haré nada—sonreí a mi madre y me la llevé literalmente de un ala al segundo piso.

La llevé a la fuerza hasta mi habitación. Debería advertirle que no volviese a entrar a mi casa. Nunca mas. No soporto respirar su mismo aire.

—Solo quiero advertirte que no vuelvas a pisar mi casa nunca más—dije, y ella se volteó para salir de mi habitación—¡Prestame atención!

—¡Esta bien!—me gritó—solamente acompañé a mi madre, porque no iba a venir si yo no venía.

No quise dejarla bajar por un largo rato. Empecé a advertirle todas las cosas que le esperaban y que nadie iba a salvarla de nada pero no se veía ni afectada ni interesada. Por dios, con ella si que me tocará difícil. Pero juro que ella no me va a ganar, lo juro.

*

Nanhee:

Después de al menos una media hora me dejó bajar. Era un idiota descuidado, un idiota que tenía su cuarto hecho un desastre, un idiota que amenaza a chicas para que estas se espanten y lo peor, es un idiota que cree que caeré a sus pies totalmente enamorada.

—¿Te gustó la casa?—me dijo la señora muy amablemente. Al parecer Zelo no sacó sus genes.

—Sí, es perfecta—sonreí, fingiendo interés. Cuando en verdad solamente conocí la habitación afectada por un huracán de Zelo.

—¿Se quedarán a la cena?—preguntó con alegría la madre de Jun Hong. Al parecer quería que me quedara.

—Claro—sonreí, y ella aplaudió con entusiasmo.

La señora terminó de arreglar todos los detalles en la mesa. Solamente habían cuatro platos, eso quiere decir que Zelo no vivía con su padre. Algo en común conmigo.

—¿Te darías el gusto de venir a sentarte?—me dijo Zelo en un susurro cercano a mi odio. Yo estaba mirando por el ventanal que daba hacia la piscina

—Claro.

Lo seguí hasta la mesa y la madre me hizo sentarme a su lado. Al parecer pensaba que con Zelo teníamos una onda ''sentimental''. Algo muy gracioso, porque ni siquiera me imagino a ese idiota y yo de la mano.

—Esta todo muy delicioso—dije sonriendo y la madre de  Zelo me devolvió la sonrisa y me ofreció mas jugo.

La casa de Zelo era demasiado grande, es algo exagerada como para que viviesen su madre y él.

En momentos de descuido, Zelo me daba pequeñas patadas por debajo de  la mesa a las cuales yo respondía pisando su pie. 

Al cabo de al menos una hora nuestras madres seguían conversando. Yo necesitaba irme a casa, no soportaba seguir en la casa del chico que promete hacerme la vida imposible.

—Mamá, yo me iré—dije sonriendo algo apenada— necesito hacer unos deberes y tengo algunas cosas que hablar con Chaesun.

—Está bien, hija. Te alcanzo en un rato mas—me sonrió.

Me dirigí hacia la madre de Zelo y le besé su mejilla. Ella no dudo en volver a invitarme a su casa, yo claro, asentí y acepté la invitación. Pero la verdad es que no volvería a pisar la casa otra vez.

Iba saliendo de la casa cuándo siento que me gritan algo desde el segundo piso.

—¡Idiota!—gritó Zelo, desde el balcón de su habitación. Su habitación estaba demasiado lejos del salón en donde estaba su madre. Era imposible que lo escucharan— Mañana querrás morir.

Lo ignoré y seguí caminando. Realmente me arrepiento de haber sido tan impulsiva y mandarle esa cachetada a Zelo. Soy una verdadera idiota.

*

Jun Hong:

En las mañanas me cuesta mucho levantarme. Mamá casi me tira agua para poder despegarme de las sábanas. 

—Por dios, hijo. Ya estas casi con tu mayoría de edad para que sigas haciendo esos shows de no querer levantarte.

—Mamá. lo siento—dije tomando mis cosas—Nos vemos en la tarde, te amo.

—Hijo, aún es muy temprano—dijo ella, algo preocupada.

—Quiero aunque sea un día llegar temprano para que no me regañen. Me gusta empezar los años bien—le sonreí y su gesto se ablandó. Como amo a esta mujer.

Le dí un beso de despedida y me dirigí al instituto. 

Nanhee se topará con la peor sorpresa de su vida. Llevaba varios tarros pequeños con pintura en la mochila. Hoy nos tocaba la primera clase de natación del año y dentro del gimnasio hay un pequeño casillero para nuestras cosas. Pagaría por ver su reacción al  sentir toda la verguenza que sentirá hoy.

*

Nanhee:

Hoy por poca suerte me desperté tarde. Mi madre salió al hospital muy temprano y no alcanzó a despertarme. La comprendo. sus problemas médicos la han privado de muchas cosas y yo no le reprocharía eso de mis horarios. 

Me vestí muy rápido y me tomé el cabello con una cola de caballo. Hoy me tocaba mi primera clase de natación. Eso me ponía muy contenta. Lo que no me gusta mucho era usar trajes de baño. No me gustaba mostrar mas de lo que muestro con mis sudaderas largas.

Al llegar al colegio me apresuré en llegar al gimnasio. Todos me miraban con algo de gracia en sus caras. No se que tenía, pero realmente me molestaba que la gente estuviese hablando de mi a mis espaldas sin que yo haya hecho algo malo.

En el camarín de las mujeres cuándo llegue solo estaba Lynn esperándome. Cuándo llegué, dejé mi bolso en una de las bancas de madera y me acerqué a mi casillero. En ese momento, antes de tocar la puerta del casillero sentí como la gente se amontonaba en la puerta del camarin y en la ventana que daba a los casilleros. Me encogí de hombros y abrí la puerta y ahí sentí la peor sensación de mi vida.

Estaba siendo cubierta de pintura que brillaba mezclada con agua... todo comenzó a recorrer por mi cuerpo, dejando mi uniforme totalmente manchado y a la multitud entonando una molesta carcajada. 

Al parecer esto es el comienzo de la venganza de Zelo. Es el comienzo y ya lo quiero asesinar. Zelo, creo que mereces un poco de tu propia medicina.