17.

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Stiles.

— ¿Entonces son novios?

— No Theo, aún no.

— ¿Pero pasaron la noche juntos?

— Si.

— Aja. ¿Pero por qué no salen ya oficialmente?

— ¿Por qué el no me lo ha pedido?

— ¿Esperaras que el lo haga?

— Si, se que a el le gustan las cosas bien, sabes me ha llenado la despensa de comida saludable. Se preocupa por mi.

— Comida que tu no comerás.

— Lo haré, Derek tiene razón, debo comer mejor.

— Bien. ¿Y han avanzado en algo?

— Si pero no te lo diré.

Le sonreí a medias a Theo para luego volver a mi oficina y seguir investigando sobre un caso que he dejado pendiente desde hace unos días.

Después de terminar mi jornada de trabajo volví a casa, al abrir la puerta casi huyó por el susto que me llevé al ver Derek parado en la puerta mientras me sonríe como un psicópata.

— No hagas eso, no a alguien que trabaja para el FBI.

— Te recuerdo que se defensa personal, no eres una amenaza.

— ¿No deberías estar trabajando? Salgo primero que tu.

— Soy mi propio jefe.

— ¿Y bien? — Dije mientras me deshacía de mi chaleco — ¿Por qué haz entrado a mi casa como criminal?

— Primero quería hacer cena para dos, y segundo, no entre a tu casa como un criminal, Susana me hizo el favor.

— Excelente. ¿Que haz cocinado entonces?

— Pasta.

— Eso no es saludable.

— No es tan malo como lo que comes Stilinski.

— Me pregunto que puedo cambiar de ti...

Dije mirándolo mientras caminaba hasta el comedor y dejaba que mi vecino me sorprendiera con sus habilidades culinarias.

— Hay algo que quiero decirte.

— Asi, ya sabia yo que esta Pasta no era por amor a mi persona.

— De hecho lo es, pensé que si quiero que funcione debo decirte algunas cosas.

— Te escucho Hale.

— Solo he estado en una relación seria dos veces, así que suelo cometer algunas tonterías a destiempo, es lo que Tyler dice, se que somos muy diferentes, de hecho jamás pensé en fijarme en alguien como tú pero aquí estas volviendome loco, me gusta que haya confianza, no tolero las mentiras, me gusta que todo este organizado, no suelo comer muchos dulces, suelo tener un horario para dormir, amo los waffles con café de desayuno y para terminar deje de ser virgen a los 24.

— Wow.

— ¿Sólo dirás Wow?

— Me gustan los waffles de desayuno, lo único que mantengo ordenado son mis cosas de trabajo porque las amo, tomo aderall con frecuencia, tengo TDHI, me gusta escuchar música al ducharme, ordeno mi cama después de tener todo listo antes de ir a trabajar, bebo café 3 veces al día para no abusar con la cafeína, se que ya te lo dije pero soy bisexual, odio la comida calentada, y perdí mi virginidad a los 20. ¿Aún quieres seguir?

— Estoy seguro que si.

Derek se acercó a mi y me dio un beso corto para luego alejarse de mi hasta la cocina. En serio es raro ver a mi vecino pasearse por mi casa sin decir algo respecto a mi desastre. Un momento...

¡Aquí no hay desastre!

— Derek...

— ¿Si? — Lo mire poner pasta en un plato —

— ¿Qué haz hecho aquí?

— ¿De que hablas? — Dijo poniendo el plato de pasta frente a mi. —

— Deje un... — Derek me interrumpió —

— Si, dejaste un desastre en la cocina, yo me encargué, llegué temprano porque no sabía si vendrías temprano o no y gaste mi tiempo en limpiar tu apartamento.

— No tienes que hacer eso.

— Descuida, es algo como "acostumbrarse" en caso de que tenga que pelear contigo todos los días por lo desordenado que eres.

No dije nada pues me sorprendió aquello que dijo Derek, así que me quedé mirando la cena que el había cocinado para mi, estoy seguro que quiero esto todos los días, o bueno si a Derek no le molesta hacerme pasta todos los días.

— Quiero comer pasta todos los días de cena. — Dije bajito —

— Yo no cocino todos los dias. Tendrás que cocinar por ti algunas veces.

— Valdra la pena si puedo tener una de estas.

Ambos sonreímos y nos sentamos a comer mientras charlamos sobre cualquier cosa, en serio estoy esperando que Derek se anime a hacerme la pregunta pero si no lo hace hoy tendré que hacerlo yo.

— Stiles... yo quiero pedirte algo.

— Si, si quiero.

— Ni siquiera te he dicho que es.

— No importa si quiero — respondi rápido —

— Bien, entonces te traeré el gato mañana, la comida te la deberé, estaré por un mes fuera.

— ¿QUE? ¿De qué me hablas?

— De traerte al gato que tengo en casa. Se llama Slava, y no tengo quien lo cuide mientras me voy por un mes a Florida.

— Oh era eso... — Pronuncie bajito —

— No tonto, quería que salgamos mañana a cenar.

— ¿Mañana? Es Miercoles.

— Es un día especial. — El me sonrió —

— ¿Y eso?

— Es mi cumpleaños.

[...]

— NECESITO UN REGALO URGENTE.

Grite al entrar a una tienda exclusivamente para hombres, llevándome la mirada de todo el que estaba allí. Incluso la de mi amigo.

— cálmate, Derek es simple.

— No es porque es simple, es porque es especial Theo.

EL VECINO | sterek Donde viven las historias. Descúbrelo ahora