CAPÍTULO 13: AMIGOS INTACHABLES.

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          Sophie jamás hubiese podido imaginarse que Camino tuviese que lidiar con tanta maldad por parte de la propia madre y con tantas dificultades para poder estar junto a Maite. Logró entender la manera en que se habían desencadenado las cosas y que tanto su gran amiga como Camino no eran más que víctimas del odio, la intolerancia y la incomprensión.

- Cuanto lo siento Camino, no tenía idea que fuera tan complejo todo, lamento haber dudado de ti, espero puedas disculparme.

- Camino no es solamente una mujer con un valor admirable, sino también tiene una bondad y una capacidad de perdón de otro mundo; créame Sophie, lo sé de sobra dijo Anabel antes que Camino fuese a decir algo.

          El desayuno terminó de transcurrir sin mayores preguntas ya que todo había quedado aclarado para Sophie; como faltaban un par de horas para almorzar y al hospital no podían ir aún, Sophie les propuso dar un paseo por los parques que rodean el Arco del Triunfo. Anabel rechazó la propuesta, ya que expresó que no se sentía bien y prefería volver a casa de Sophie y recostarse.

- ¿Quieres que vaya contigo y te haga compañía? preguntó Camino.

- No, no es necesario... simplemente que me encuentro indispuesta. Ve tú con Sophie, yo estaré bien.

          Anabel se retiró de la terraza de "La Rotonde" mientras  Sophie y Camino caminaron en dirección a los jardines de Luxemburgo costeando el río Sena.

          Camino necesitaba saber cómo Maite había terminado internada en un hospital peleando por su vida. Sophie tenía la respuesta a esa pregunta, así que invitó a Camino a sentarse en una banca frente al Sena para estar cómodas y poder contarle cómo sucedieron los hechos.

- Cuando Maite volvió a París estaba abatida por haberse tenido que marchar de Acacias como si fuese una vil delincuente y como conozco bien a mi amiga, sabía que lo único que la mantendría contenida seria la pintura, así que unos días después de que estuviese instalada nuevamente en su casa le propuse que armáramos juntas una exposición.

- Al principio Maite no estaba convencida de querer hacerlo, tu ausencia le pesaba, pero sabrás de sobra la fortaleza que ella tiene.

- Sí que lo sé afirmó Camino y es una de las cualidades que más amo en ella.

- Finalmente aceptó mi propuesta de que expusiéramos juntas así que nos pusimos en campaña ya que los tiempos apremiaban y había muchísimo trabajo por hacer si queríamos que fuera un éxito no solo social y artístico, sino también económico; Maite estaba algo ajustada con sus ingresos al volver de España.

- Al principio estuvo muy enfocada en la pintura y en la exposición, habíamos decidido que la titularíamos  "L'amour" ("El amor"), bueno, en realidad yo prefería más llamarla "Les amoureux" ("Los amantes",) pero comprendí que no sería una buena amiga si insistía con ese nombre sabiendo por lo que Maite estaba pasando a nivel sentimental.

          Camino no perdía detalle de lo que Sophie le iba contando y al mismo tiempo intentaba anudarlo a lo que ella estuviese viviendo en Acacias en ese tiempo.

- Faltaban menos de dos semanas para el día de la exposición y para ese tiempo comencé a notar que Maite ya no era la misma, se había convertido en una mujer taciturna, desordenada, impuntual, comenzó a tener un humor cínico y la mayoría del tiempo era como si no estuviera presente... era como que su cuerpo estaba presente pero su esencia se desvanecía, desconocía a esta Maite. Empecé a preocuparme por ella, quería ayudarla pero no sabía cómo.

"Maite & Camino" Siempre nos quedará París...Cartas Maitino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora