CAPÍTULO 29: CELIA Y AURORA.

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          Llegó el día de la cita "clandestina" a la que Camino y Maite fueron invitadas por Celia. Con entusiasmo evidente Camino quería llegar lo antes posible hasta el lugar donde se desarrollaría el encuentro sufragista. Maite tenía experiencia en este tipo de reuniones a las cuales no asistía con frecuencia pero sí conocía de qué iban y le daba mucho orgullo y ternura ver a Camino tan entusiasmada por asistir.

          La pareja salió rumbo a casa de Celia, que era el lugar designado para desarrollar la reunión. Tocaron el timbre y momentos después Celia les abrió la puerta y corroborando que nadie las había seguido las hizo entrar con prisa, no quería que se levantara la perdiz de lo que allí se estaba cocinando.

- Bienvenidas las recibió la anfitriona dándoles dos besos a cada una.

- Que convocatoria reconoció asombrada Camino al ver a tanta mujeres reunidas conversando en diversos grupos.

- Permítanme sus abrigos solicitó gentilmente Celia. Y por favor pónganse cómodas en unos momentos empezamos.

          Maite y Camino se adentraron en el salón observando la cantidad de féminas que ya habían llegado. El comedor era un salón grande muy bien decorado lleno de sillas dispuestas una al lado de otra, todas orientadas en un mismo sentido.

          Un rostro familiar para las nuevas asistentes se hizo notar entre la multitud mientras solicitaba a las presentes que fueran tomando asiento que en breves momentos comenzaría la reunión; ese rostro familiar no era otro que el de Aurora, la enfermera.

          Sorprendidas por la coincidencia, la pareja tomó asiento raudamente y cuando tuvieron la oportunidad de coincidir en miradas con Aurora la saludaron con entusiasmo, saludo que fue respondido con el mismo júbilo por Aurora quien se mantenía de pie observando que todas las mujeres que se encontraban allí tuvieran lugar para sentarse.

- Buenas noches a todas tomó la palabra Celia mientras que las asistentes terminaban de tomar asiento.

- Es un placer esta noche recibirlas en mi casa y un gran honor contar el día de hoy con la presencia de una de las mayores referentes de nuestro movimiento, así que sin más tiempo que perder pido un fuerte aplauso para recibir a Emma Goldman.

          Todas las presentes comenzaron a aplaudir con fervor al tiempo que la protagonista hacia su humilde entrada al salón acompañada del brazo de Aurora.

- La señora Goldman ha accedido amablemente a participar en esta reunión con todas vosotras y yo me ocuparé de transmitirle sus palabras a todas vosotras.

          Emma Goldman era una anarquista y feminista rusa y como segunda lengua había adoptado el idioma inglés, así que Celia, quien tenía un alto nivel de inglés ejerció de intérprete durante la reunión.

          La reunión se extendió por dos horas pero para las participantes del conversatorio el tiempo pasó volando.

- La historia del progreso está escrita con la sangre de hombres y mujeres que decidieron abrazar una causa tan importante como es la lucha de las mujeres. Ha sido un placer recibirlas en esta casa y nos quedamos con este mensaje final de la señorita Goldman: el futuro está en nuestras manos, sólo depende de nosotras; muchísimas gracias cerró con un fuerte aplauso Celia acompañado por los aplausos de todas las mujeres presentes.

          La reunión había llegado a su fin, Camino estaba transfigurada por todo lo que había escuchado durante esas dos horas.

          A medida que las mujeres se ponían de pie se formaban alrededor de Emma para saludarla y luego de a una iban saliendo en forma ordenada y discreta de la casa de Celia.

"Maite & Camino" Siempre nos quedará París...Cartas Maitino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora