CAPÍTULO 38: M & M

202 19 6
                                    

          Con la excusa de querer comentarle unas ideas sobre la próxima exposición conjunta, Maite se presentó en el despacho de Sophie; la carismática escultora acababa de salir de dar una clase y había coordinado con el renombrado estudiante para que le presentase la amiga que buscaba un tutor. Maite quería ver de primera mano si era cierto todo lo que oía de este alumno.

- Passe, c'est ouvert! (¡pase, está abierto!) exclamó la profesora al escuchar el llamado a la puerta.

- ¡Maite! Que sorpresa, no te esperaba reconoció al verla entrar a la oficina.

- ¿Estás ocupada? preguntó mientras cerraba la puerta.

- No, no, sólo que estoy esperando a un alumno explicaba mientras trataba de poner algo de orden a su desordenado escritorio. ¿Necesitas algo?

          Maite tenía preparado el discurso que se había inventado para que sonara creíble.

- Tengo un par de ideas que quería conversarte sobre la exposición y bueno, decidí aprovechar y venir hasta aquí para comentártelas.

          Sophie podía estar muy atareada de trabajo y responsabilidades pero no era tonta, conocía a Maite como la palma de su mano y no creía palabra alguna de la pintora, así que decidió tomar el camino directo que la morena trataba de disimular burdamente.

- Ya... ¿y seguro que esas ideas no tienen nada que ver con Marco, verdad? en tono suspicaz preguntó.

          Maite guardó silencio unos instantes, era totalmente innecesario seguir manteniendo la mentira.

- Bueno, sí, algo de eso también hay un tanto contrariada reconoció mientras se sentaba en uno de las sillas frente al escritorio.

- ¿Qué te inquieta quería amiga? preguntó Sophie cerrando un cajón del escritorio que acababa de atiborrar de hojas apiladas.

- No lo sé Sophie, el otro día, en la cena en casa, escuchaba a Camino hablar de este muchacho, con tanto entusiasmo, sonriente... aagg, no sé... molesta y un tanto asustada explicó Maite.

- Maite, escúchame, no tienes que de preocuparte, es normal que Camino sienta entusiasmo por alguien más pero eso no significa nada de lo que sea que te estés imaginando. Camino está profundamente enamorada de ti, no implantes fantasmas donde no los hay con seguridad y empatía dijo Sophie mientras le tomaba la mano a su inquieta amiga.

          Maite no dijo nada pero en el fondo sentía que su leal amiga tenía razón, sin embargo los celos no daban tregua.

- Camino es una gran estudiante y con mucho talento; está encajando bien en la escuela, bueno... no he hablado con todos sus profesores pero yo diría que sí. No tienes nada de qué preocuparte amiga mía, ya verás como con el paso de los días deja de mencionarte a Marco.

- Soy muy afortunada de tenerte amiga mía reconoció la pintora mientras cubría con su otra mano el agarre que tenía con la escultora.

          Segundos después alguien volvía a llamar a la puerta. Maite se puso de pie mientras Sophie se dirigía a abrir la puerta.

- Marco, bonjour! (¡Marco, buen día!) adelante.

- Bonjour Madame! désolé pour le retard (disculpe por el retraso).

- No te preocupes, ¿y tu amiga? preguntó Sophie al ver que el joven alumno se presentaba sólo.

          Maite se mantenía de pie detrás del escritorio prácticamente sin pestañar, no podía creer el parecido que tenía el joven con el difunto Ildefonso, Camino tenía razón cuando lo describió hace un par de noches atrás. El parecido era realmente impresionante.

"Maite & Camino" Siempre nos quedará París...Cartas Maitino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora